TREKKING I 24 km I 2.050 m+
Punta Fulsa (2.865 m)
NI UN PASO EN FALSO
EN EL SKYLINE DEL SOBRARBE, LA AFILADA CUMBRE DE PUNTA FULSA (2.865 M) DESTACA ENTRE TODAS LAS MONTAÑAS. CUBIERTA POR ESCORADOS NEVEROS HASTA BIEN ENTRADA LA PRIMAVERA, ESPERAMOS AL VERANO PARA ASCENDERLA SIN PRISAS Y DESCUBRIR QUE A VECES LAS APARIENCIAS NO ENGAÑAN.
Texto y fotos: Sergio Fernández Tolosa
Hay cimas que, por su forma o por su altitud respecto a su entorno, magnetizan la mirada de quien disfruta escudriñando las líneas del horizonte. La de Punta Fulsa (2.865 m) –Punta Fuesa en algunos mapas y anónima para muchos– es una de ellas. Estés donde estés, su afilada silueta punza el cielo junto a la redondeada Punta Suelza (2.972 m). Y te llama, con su canto de sirena montaraz, provocando, al unísono, una mezcla de vértigo e impetuosa curiosidad.
EL PAISAJE DEL OTRO LADO DA ALAS, PERO NO PARA VOLAR, SINO PARA SEGUIR TREPANDO, PASO A PASO, POR LA ROMPIENTE CRESTA DE ROCA.
RECORRIDO
24 km
Itinerario de ida y vuelta desde Bielsa hasta la cumbre de Punta Fulsa (2.865 m), pasando por el Ibón del Cau y subiendo a la cima por la arista suroccidental y bajando por la oriental.
DESNIVEL
2.050 m+
Actividad con desniveles acumulados positivos y negativos muy exigentes, con pendientes duras e incómodas tanto en los sectores de sendero como campo través.
DIFICULTAD
4/5
Hasta el ibón la senda resulta extenuante, pero a partir de ese punto, la ruta sólo es apta para montañeros sin miedo a las alturas y con experiencia en terreno roto, inclinado y con cierta exposición.
ATRACTIVOS
☆ ☆ ☆
Las carreras de los sarrios, el silencio de la noche a orillas del ibón, las enormes vistas desde la arista, la concentración que demandan los pasos aéreos, no cruzarte con nadie en dos días…
SUBIR DESDE EL PUEBLO
La ascensión a Punta Fulsa la planteamos al más puro estilo ‘slow mountain’. La mayoría de montañeros la acometen desde el Ibón de Urdiceto, donde se puede llegar en coche –preferiblemente todoterreno– y hay un refugio libre. Nosotros nos decantamos por partir desde Bielsa la tarde antes y remontar a pie el solitario y abrupto valle del Barranco del Cau, con tal de pasar la noche a orillas del Ibón del Cau, en la falda sur de la montaña.
El sendero PR-HU 136 presenta pocos cambios respecto a la última vez que subimos por aquí haciendo el Tour de Punta Suelza. Se nota que pasa poca gente. Las zarzas, aliagas y algún nuevo desplome en los muros de piedra dan fe de ello. También las fresas silvestres ya maduras que crecen por docenas en los márgenes.
A partir de Rifarrera, donde la senda se junta con el camino que sube desde el camping, observamos nuevas señales de pintura blanca y amarilla que se combinan con las blancas y verdes que ya había. A causa de las avalanchas del invierno, este tramo siempre ha sufrido modificaciones en el trazado, pero ahora se encuentra perfectamente señalizado.
Al cabo de 3 horas de exigente ascensión –1.300 m+ en poco más de 8 km–, llegamos al Ibón del Cau. Son cerca de las 10 de la noche y ya brillan las primeras estrellas. Una plácida cena –noodles, nueces y una barrita proteica– y a dormir.
BUSCANDO EL MEJOR PASO
La noche es tranquila. Una hora de viento suave. Una hora de lluvia. Otra hora de brisa para secarlo todo. Una manada de sarrios soltando piedras en el inclinado canchal...
Al despertar por enésima vez, es la hora del café, la avena con frutos secos y de otro café. Luego, otra hora esperando a que el cielo abra para estar seguro de que la meteorología sea favorable –en el ibón no hay cobertura–. Mientras, recojo el campamento, filtro agua para toda la mañana, estudio el mapa, observo la escarpada ladera...
A las 9 de la mañana, por fin, iniciamos la ascensión por la cara sur. Los primeros metros, siguiendo las marcas del PR. Luego, la línea discontinua del mapa Alpina que llevo instalado en el GPS y que nos guía con precisión entre corredores, declives descompuestos y praderas ataludadas (en toda este tramo no encuentro ni un solo hito).
ARISTAS CON VISTAS
El terreno es incómodo, descompuesto y cada vez más vertical. Las vistas compensan. Abajo ha quedado el Ibón del Cau. Con sus aguas verdosas, parece un foso medieval amurallado por las ruinas de un circo rojizo que se desmorona. En el horizonte, hacia el sur, aparecen ya la Peña Montañesa, Punta Lierga, Punta Suelza…
Tras un esfuerzo considerable, la ruta alcanza el pequeño collado que separa la piramidal Punta Bin (2.547 m) de la arista que ya se eleva sin cesar hasta la cumbre de Punta Fulsa. A nuestros pies se abre un couloir por el que baja un cuarteto de sarrios y el macizo de las Tres Sorores se eleva, iluminado por el sol, sobre el Valle de Pineta.
El paisaje da alas, pero no para volar, sino para seguir trepando, paso a paso, por la rompiente cresta de roca. No es ni muy estrecha ni muy expuesta, por lo que prefiero avanzar por ella que por los escorados y resbaladizos pastos de la ladera sur, que se desliza montaña abajo sólo unos metros más allá.
CAMBIO DE PLAN
Ya cerca de la cumbre, cada vez que miro hacia atrás y pienso en la bajada que me espera, empieza a atraerme más la idea de cambiar de plan y aventurarme por la arista rocosa que accede a la cima desde la Collada del Cau. "Una vez arriba, con calma, valoraremos todo y tomaremos una decisión".
En la amplia y confortable plataforma cimera pasamos un buen rato. Son cerca de las 12 h y Chincheta se acurruca a la sombra de mi mochila. Comemos, bebemos, estudio el panorama, observo el mapa, envío un mensaje para informar del nuevo itinerario –aquí sí hay cobertura– y guardo los bastones.
Unos 40 minutos más tarde estamos en la Collada del Cau. Ir concentrado con tal de hallar el mejor paso posible y no cometer ningún error hace que el tiempo pase rápido. Hemos avanzado siempre por la parte más alta, excepto en el último escalón, que hemos superado bajando una veintena de metros por una pequeña canal que vierte hacia Urdiceto, pero seguramente hay mejores maneras de alcanzar el collado.
El resto es terreno conocido. Bajar –y culear– por el disgregado sendero, refrescarse en las aguas del ibón, seguir bajando, bajar más, volver a remojarse en las pozas del Barranco del Cau, comer fresas silvestres, seguir bajando... y llegar al punto de inicio, Bielsa. Buscar una sombra, beber agua helada de la fuente, comprar un queso, brindar con una cerveza y pensar en la siguiente.
MAPA & TRACK GPS
GUÍA PRÁCTICA
→ DURACIÓN Ideal para hacerse en 2 jornadas, pernoctando en el ibón, aunque para ello hay que ir más cargado (comida, tienda, saco…) y se avanza más lento.
→ HORARIOS Si se prefiere completar en un día, hay que calcular casi 3 h hasta el ibón y cerca de 2 h más hasta la cumbre; después 1’5 h para la arista este y volver al ibón; la bajada a Bielsa serán mínimo 2’5 h. En total, entre 9 y 10 horas.
→ ÉPOCA IDEAL Final de primavera y principio de verano.
→ CARTOGRAFÍA Hemos utilizado el mapa de la Editorial Alpina Bachimala, de escala 1:25.000, en su edición 2022-2023. También instalamos la versión digital del mismo mapa en el GPS.
→ ORIENTACIÓN La ruta utiliza el PR-HU 136 desde Bielsa hasta el Ibón del Cau. Después avanza por huellas poco o nada definidas –no vi muchos hitos, la verdad– . En la Collada del Cau vuelve a recuperar el sendero.
→ DIFICULTAD El acceso suroeste es menos aéreo que el de la arista este, pero también tiene su qué. Si Punta Fulsa vuelve a tentarme algún día, creo que elegiría la arista oriental tanto para subir como para bajar. Con casco, eso sí, pues en este sector es fácil que se suelten piedras.
→ AGUA El Barranco del Cau ofrece bastantes puntos para refrescarse y rellenar las cantimploras, pero conviene potabilizar el agua. Nosotros siempre llevamos un bidón con filtro purificador Softflask LifeStraw.
→ TERRENO Hasta el ibón, el sendero es exigente, de firme variado y muy inclinado en su mayor parte. Entre el lago y la cima –tanto de subida como de bajada– hay que ir preparados para avanzar por canchales, praderas herbosas de fuerte pendiente y una arista rocosa algo descompuesta que reclama máxima atención y saber elegir el paso más adecuado.
→ CALZADO En esta ocasión opté por las botas de hiking avanzado Bestard Crosswave. Su comportamiento fue el esperado: perfecto en sendas de firme compacto y en roca; para hierba muy inclinada, sin embargo, la suela tiene los tacos poco prominentes. Un modelo más rígido habría ido muy bien, sobre todo con mochila grande.
→ ABRIGO Incluso en pleno verano y durante ola de calor, en la montaña todo pueden ser sorpresas: siempre hay que llevar en la mochila las prendas necesarias para posibles cambios de tiempo y eventuales emergencias, como una chaqueta de montaña, pantalón de lluvia, guantes y capa térmica intermedia.
→ COMIDA Esta vez llevé la cena de la noche: noodles, barrita proteica, nueces, infusión; desayuno: mix de avena casera con leche en polvo, chocolate proteico keto, chía y semillas; café soluble; almuerzo: 1 barrita keto, 1 barrita proteica y 1 barrita energética (me sobraron estas dos últimas, pues llegamos a Bielsa a la hora de comer).
→ CÓMO LLEGAR La excursión comienza y termina en el aparcamiento de Bielsa, en la comarca de Sobrarbe, Huesca.
→ ENCANTARÁ… A montañeros en buena forma y sin vértigo en busca de cumbres vistosas, poco conocidas y aún menos transitadas.
→ CONTRAINDICADA PARA… Excursionistas sin experiencia fuera del camino –más– pisado.
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