PRIMERAS IMPRESIONES

Tanto en foto como en persona, las Bestard Crosswave destacan por su estética moderna. No hay que negarlo, gusten o no, hacen gala de unas formas realmente vistosas, muy acordes con el concepto que los diseñadores de Bestard estaban buscando: un calzado de espíritu deportivo, jovial, con algunas características propias de zapatilla de trail, pero con la estabilidad y protección de una bota ligera de senderismo que viene equipada con la membrana Gore-Tex Most Breathable.

Una vez en las manos, si tenemos en cuenta que es un calzado impermeable de media caña, las Crosswave sorprenden por su ligereza. En talla 47 EUR, la balanza indica 560 gramos por pie (plantilla Ortholite y cordón incluidos).

Al comprobar la firmeza y capacidad de torsión de la suela, en los tercios trasero y medio la consistencia es absoluta. Resulta imposible doblarlas, ni a lo ancho, ni a lo largo, ni en diagonal. Sólo flexan por la línea de los metatarsos, en el tercio delantero, donde también flexan a nivel longitudinal.

De la parte superior, además de la perfección de los acabados –algo a lo que ya nos tiene acostumbrados Bestard–, destaca la protección de la puntera, seguida por el tupido pero flexible tejido mesh de las zonas blandas, que augura suavidad y confort, al mismo tiempo que aligera nuestros pies y permite un secado más rápido.

¿MEDIASUELA DE PERFIL ALTO?

Un aspecto que no pasa precisamente desapercibido en las Crosswave es la gran capa de EVA que hay sobre la suela y que les confiere su característica estética de zapatilla con perfil elevado. Si la medimos por fuera, sumando la capa de la suela son nada menos que 50 mm.

Sin embargo, no hay que dejarse llevar por las apariencias. Al explorar el interior, es fácil comprobar –con gran alivio– la concavidad de la mediasuela en la zona del talón. Es decir, lo que se ve tan alto por fuera es el muro lateral de la mediasuela. Por lo tanto, no vamos a apoyar el pie sobre todo ese material. En realidad, este perfil lateral es una solución muy inteligente que se traduce en una mayor estabilidad: mantiene el talón más cerca del suelo al mismo tiempo que refuerza los flancos.

DROP CONSERVADOR Y CAÑA BAJA

Aunque es imposible calcular con precisión este valor sin destripar la zapatilla, el stack en el talón de las Crosswave debe de rondar los 35 o 37 mm. Esto, teniendo en cuenta que en la parte delantera mide 25 mm –aquí sí coincide con lo que se ve por fuera–, implicaría un drop conservador, de entre 10 y 12 mm.

Otro detalle importante es que la parte posterior de la caña es mucho más baja que la anterior. Este diseño es muy habitual en las botas de fast hiking. La ventaja principal es que ofrece una mayor movilidad al tobillo y mantiene libre de presión el tendón de Aquiles, pero por otra parte deja un pequeño hueco para que entren piedrecitas, hierbitas, pegotes de barro volador..., por lo que unas polainas ligeras siempre pueden ser un buen complemento en según qué terrenos.

SUELA VIBRAM CON MEGA GRIP

Por último, de la suela Vibram Bruce hay que destacar cuatro aspectos que definirán en buena medida el comportamiento de las Crosswave:

1) El compuesto Mega Grip la hace más adherente, tanto en terrenos secos como húmedos, aunque al tacto se siente dura, lo que hace pensar en una buena durabilidad.

2) El perfil de los tacos no es muy prominente, especialmente en la zona interior, donde además deja espacios huecos relativamente amplios.

3) Es eminentemente plana y carece de división entre el talón y el antepié, lo que hace pensar en un caminar fácil y dinámico por terrenos poco abruptos.

4) En la parte posterior del talón, la suela queda recortada, quizá para facilitar la fase de contacto con el suelo (intentaremos valorar su utilidad una vez sobre el terreno).

ESTABILIDAD Y CONFORT

Al calzármelas y mirar desde arriba, la suela sobresale ligeramente alrededor del pie, creando una plataforma más estable. Al pisar en el canto de un escalón, compruebo que la EVA de la mediasuela es de alta densidad. Apenas se deforma.

La horma es generosa, así como el espacio para los dedos en la puntera, más redondeada que en otros modelos de la marca que hemos probado recientemente.

SOBRE EL TERRENO

El día del estreno no podía ser mejor. Tras dos horas de intensa lluvia, salió el sol y media hora más tarde ya estaba probándolas en mi circuito de senderos habitual. Gracias a la concatenación de chaparrón y solazo, en apenas 2 horas de recorrido iba a encontrar todas las condiciones y firmes posibles en esta época del año: senderos abruptos y pedregosos, charcos arcillosos, margas ataludadas, restos de caminos de herradura bien drenados, placas de roca seca donde da el sol, roca húmeda y musgos en las zonas sombrías, veredas convertidas en arroyos, pistas mixtas…

Una vez en la calle, lo primero que se confirma es que las Crosswave están pensadas para caminar apoyando primero la zona del talón.

Ya en camino, invitan a avanzar a buen ritmo. Se notan estables y amortiguadas en la parte trasera, mientras que en la parte del antepié transmiten muy bien la naturaleza del terreno, lo que nos ayudará a leerlo en firmes más irregulares.

CAMINOS Y SENDEROS

En terreno llano y subidas suaves por caminos bien pisados, la suela plana –sin división entre talón y antepié– ayuda a caminar a buen ritmo. La primera sensación es que se trata de un calzado de fácil andar, muy estable y con una buena amortiguación en el talón.

Al llegar al primer sendero exigente y encarar escalones de tamaño irregular cuesta arriba, se hace más evidente el carácter andarín de las Crosswave. Se notan ligeras –teniendo en cuenta que son botas– y la fácil flexión en la zona del metatarso recuerda a la habitual en una zapatilla. Esta característica aporta comodidad, pero también indica para qué uso y terreno están pensadas.

En cuanto a agarre, la suela Vibram Bruce me ha parecido muy polivalente. Es totalmente competente en roca seca y húmeda. En terreno muy inclinado, sin embargo, cuando sólo se pisa con el extremo de la punta del pie, al ser más flexible, no tracciona igual que otros modelos más roqueros, como las infalibles Bestard Bengala, que son para otro tipo de actividad más vertical.

En bajada, las Crosswave resultan muy nobles. Dan mucha seguridad. Además, gracias al sistema de atado el pie se mantiene en su sitio y he sentido los dedos libres de presión incluso en los dencensos más inclinados. Lo que no invitan es a bajar trotando. Al menos a mí, ya sea por peso o por drop, me parece que son unas botas pensadas para caminar, no para correr.

LA IMPORTANCIA DEL ATADO

En los siguientes días confirmo, paso a paso, cada una de mis primeras impresiones. Sigo haciendo rutas de entre una y cuatro horas por sendas y caminos de distinta dificultad, comprobando que la adherencia de la suela es perfecta en cualquier condición –sólo me faltaría probarla en nieve–, que el paso se mantiene estable en todo momento y que la impermeabilidad perdura incluso tras pasar mucho rato con ellas bajo la lluvia, en zonas inundadas, etc.

Tras dos semanas de uso intensivo, el confort de las Crosswave me ha quedado fuera de toda duda. Más aún cuando poco a poco he ido afinando el sistema de atado. Esta maniobra puede llevar algo de tiempo pero merece la pena ajustarlo a medida para que la sujeción resulte perfecta, ya sea pasando el cordón por arriba en determinados ojales, por abajo en otros; lazando por encima o por debajo en los ganchos de la media caña, etc.

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