Tour de Punta Suelza

TREKKING I 27 km I 2.300 m+

Tour de Punta Suelza

A CÁMARA LENTA

EN EL CORAZÓN DEL PIRINEO SOBRARBENSE, PUNTA SUELZA (2.972 M) Y LAS PANORÁMICAS LADERAS QUE LA RODEAN SON EL TERRENO IDEAL PARA UNA ESCAPADA TRANQUILA, QUE NO FÁCIL, DE GENUÍNO Y SOLITARIO ‘SLOW MOUNTAIN’.

Texto y fotos: Sergio Fernández Tolosa & Amelia Herrero Becker

Posets, Bachimala, Culfredas, Barrosa, Monte Perdido, Cotiella, Peña Montañesa… El panorama, en sus 360 grados, daría para lucirse a los más duchos en la materia. Sin embargo, acceder hasta la cumbre de Punta Suelza (2.972 m) es sólo la excusa para pasar tres días alejados del ruido, del calor y de las hordas que en agosto se decantan por rutas más pisadas y más asequibles.

A contracorriente, sin ninguna prisa y con todo el equipo a cuestas, empezamos un pequeño-gran viaje entre los ibones del Cau, Urdiceto y Barleto. Una aventura de la que podría salir una película de esas que van como a cámara lenta. La velocidad justa para disfrutar de todos los detalles.

SALVO LA LECTURA DEL ALTÍMETRO –2.400 M–, TODO PARECE MARINO: LA LUZ, LA BRISA, EL SUAVE OLEAJE, EL REFLEJO DE LOS RAYOS DEL SOL EN LA SUPERFICIE…

RECORRIDO

27 km

Itinerario circular con inicio y final en Bielsa, que asciende a Punta Suelza dando un vistoso rodeo por los ibones del Cau, Urdiceto y Barleto.

DESNIVEL

2.300 m+

En cifras no parece exagerado, pero la naturaleza del terreno multiplica la sensación de desgaste, tanto en la subida como en la bajada.

DIFICULTAD

3/5

El recorrido está poco pisado y a veces incluso se pierde la senda. El único tramo pesado –que no difícil– es la canal de Punta del Cau.

ATRACTIVOS

☆ ☆ ☆

Las panorámicas, los ibones, los sarrios, las marmotas, las frambuesas y fresas silvestres, las pozas de agua cristalina, las puestas de sol desde las alturas...

Día 1: Bielsa - Ibón del Cau / 9 km / 1.350 m+

SENDERO SOLITARIO

La ruta comienza atravesando el casco viejo de Bielsa, por sus estrechas callejuelas, entre edificios que parecen traídos de la vertiente norte de la cordillera. Tras salvar el río por el viejo puente, bebemos agua fresca de la fuente, cruzamos la carretera y enfilamos el sendero de enrollada que asciende por el Valle del Cau. A través de los topónimos, el mapa nos cuenta la historia humana de esta inclinada y solanera ladera: Las Viñas, Las Afiladeras, Campos de la Nariz, Pinalbetas…

La senda, poco pisada, va saltando de una orilla a otra del barranco. Nos obliga a esforzarnos y tomarlo con calma a partes iguales, pues gana altura con ímpetu, primero a través del bosque de bojes, avellanos, quejigos y algún que otro acebo, y más arriba de abeto blanco. El río saltarín se abre paso entre los bloques de granito. El musgo cubre las rocas. Las oportunas matas de tiernas frambuesas silvestres ralentizan nuestro avance.

Finalmente, tras casi 5 horas de pausada y solitaria ascensión –sólo nos cruzamos con dos excursionistas que venían de Biadós–, llegamos al Ibón del Cau. Es hora de sentarse tras una roca, escuchar el silencio, alzar la mirada y estudiar el paso del Cau –por el que mañana cruzaremos hacia Urdiceto–, observar cómo el rojo oxidado de los canchales del desgastado circo glaciar varía de tonalidad con el paso de las horas…

Día 2: Ibón del Cau - Ibones de Barleto / 8 km / 950 m+

EL PASO DEL CAU

Desde abajo, el Collado del Cau se muestra imponente e inaccesible. El paso es una pequeña y aguda cuña entre las paredes del inmenso circo. Sin embargo, después de ganar altura por un canchal lateral y flanquear por unas palas de hierba, el acceso resulta más sencillo de lo que parecía.

Una vez en lo alto, el paisaje se abre hacia Urdiceto, la divisoria, los mares de nubes colmando los valles de la vertiente norte… También se aprecia la nada sutil presa, de 26 metros de altura y 200 metros de largo, que recreció el ibón a principios del siglo XX para generar energía eléctrica destinada a nutrir los altos hornos del País Vasco.

Ya de bajada, disfrutamos de una senda más pisada que se acerca hasta un pequeño ibón con forma de pica. Un poco más allá abandonamos el sendero y atrochamos hasta la orilla con tal de evitar la presa y rodear el lago por el sur. Salvo la lectura del altímetro –2.400 m–, todo parece marino: la luz, la brisa, el suave oleaje, el reflejo de los rayos del sol en la superficie…

ASCENSIÓN A PUNTA SUELZA

Antes de abandonar el lago, filtramos dos litros de agua pensando en la larga travesía hasta Barleto. Nos comemos unas barritas de cereales y unas nueces, y seguimos campo través hasta enlazar con la tímida huella de ascensión a Punta Suelza.

Los hitos aparecen aquí y allá, trazando diversos pliegues en la falda noreste de Punta del Cau, hasta que logramos encarar la dura, ancha y descompuesta canal que conduce, con más pena que gloria, hasta la cota 2.800 m. En el collado sopla el viento. Es una ventana abierta a una fenomenal panorámica. Abajo está el Ibón del Cau, nuestro hogar de anoche. En el horizonte, emergiendo entre la calima veraniega, vemos desde las dramáticas paredes de Barrosa hasta la silueta piramidal del Cotiella. Es el lugar perfecto para almorzar.

La llegada a la cima es más llevadera. Primero se avanza por la amplia y pedregosa cresta. Después, para coronar hay que superar un zig-zag más roto. Ya en lo alto, selfie de equipo en el vértice geodésico, alegría e identificación de las cotas predominantes. Ya sólo resta bajar por la vía normal, pero desviándonos a medio camino rumbo a los Ibones de Barleto.

Día 3: Ibones de Barleto - Bielsa / 10 km / 25 m+

EL LARGO DESCENSO A LA CIVILIZACIÓN

Tras pasar la tarde a orillas del ibón, tejiendo, leyendo sobre flores y observando la agitada vida de los tritones –que comen, nadan y se aparean a placer–, la noche a 2.500 msm resulta fresca y tranquila. En pleno agosto es todo un lujo tener que meterse en el saco de plumas.

El nuevo amanecer nos trae la visita de una manada de sarrios y una visibilidad que penetra en las retinas. Recogido el campamento, caminamos por una huella poco definida que nos regala impresionantes vistas del Valle de Pineta. El resto de la bajada es por sendero, bastante empinado. Primero por inclinados pastizales, después por el heterogéneo bosque, pero siempre cerca de las sonoras aguas del Barranco de Barleto.

Cuando llegamos al Campo de la Nariz, toca afinar el olfato para no irse por la pista que baja hasta el camping de Bielsa. La ruta cruza de un barranco a otro y enseguida encaramos el sendero del primer día, pero de bajada, hasta el punto de inicio de la aventura. Hemos vuelto a la civilización.

MAPA & TRACK GPS

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GUÍA PRÁCTICA

ÉPOCA IDEAL De junio a septiembre. Atención a la previsión meteorológica y a la posibilidad de tormentas en las tardes y noches veraniegas.

ORIENTACIÓN Hemos utilizado el mapa de la Editorial Alpina Bachimala, de escala 1:25.000, en su edición 2022-2023. También instalamos la versión digital en el TwoNav, para así ver el mismo mapa en la pantalla del GPS.

DURACIÓN La ruta es ideal para completarse tranquilamente en 3 jornadas –vivaqueando en los ibones del Cau y Barleto– o 2 días –pernoctando en el refugio libre del ibón de Urdiceto–.

AGUA Nosotros potabilizamos directamente de los arroyos y lagos con un softflask con filtro purificador LifeStraw. Así nos podemos avituallar cada pocos kilómetros, ahorrando mucho peso en la mochila y tiempo a la hora de potabilizar.

CALZADO El terreno es muy variado, de media y alta montaña, pero sin caos de rocas ni tramos técnicos. Abundan, eso sí, las sendas poco pisadas con bastante inclinación y hay algunos sectores campo través que requieren suelas que retengan y dos canales de ascensión muy descompuestas. Nosotros utilizamos las Bestard Android y las Bestard Bosc, modelos más ligeros y flexibles que los de alta montaña, y nos sentimos muy cómodos con ellas.

COMIDA La ruta no pasa por ningún punto en el que avituallarse. Nosotros cargamos con el almuerzo, cena y desayuno para tres jornadas, además de algunas barritas de avena y frutos secos para picar entre horas. El hornillo y algunos trucos para alimentarse bien en rutas de varios días permiten disfrutar de la experiencia en régimen de completa autosuficiencia.

DORMIR El refugio libre del ibón de Urdiceto es una buena opción si dividimos la ruta en 2 jornadas. Nosotros la hicimos en tres días, disfrutando de dos vivacs de lujo en los ibones del Cau y Barleto, respectivamente. Por supuesto, siguiendo todos los principios de Leave no trace.

CÓMO LLEGAR La excursión comienza y termina en Bielsa, en la comarca de Sobrarbe, Huesca.

ENCANTARÁ… A excursionistas de espíritu montañero con debilidad por los ibones.

CONTRAINDICADA PARA… Senderistas con aversión a las trochas poco pisadas.

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