Peña Ezkaurre

TREKKING I 7 km I 750 m+

Peña Ezkaurre (2.047 m) - Valle de Belabarce

ATOLONES PIRENAICOS

EN BUSCA DE UN REMANSO DE TRANQUILIDAD, ELEGIMOS UN DÍA DE OTOÑO PARA SUBIR A PEÑA EZKAURRE (2.047 M), UN ISLOTE DE ROCA CALIZA QUE EMERGE SOBRE UN MAR DE SELVAS, EN EL LÍMITE SEPTENTRIONAL ENTRE ARAGÓN Y NAVARRA.

Texto y fotos: Sergio Fernández Tolosa & Amelia Herrero Becker

No es la primera vez que ascendemos a Peña Ezkaurre, pero como si lo fuera. En 2018, Pol y yo subimos desde Isaba, en el Valle de Roncal. Fue durante la travesía De mar a mar en 7 cumbres. Unos años antes, Amelia y yo la habíamos rodeado en nuestra Alta Ruta Transpirenaica en MTB, la Transpyr y la Transpirenaica a pie, siempre siguiendo el trazado principal del GR-11, que actualmente pasa por la Cascada de Belabarce. En esta ocasión, con Chincheta en el equipo nos encaminamos hacia la amplia y panorámica plataforma cimera por la vía más directa, desde el Collado de Arguibiela, también conocido como Puerto de los Navarros, donde se comunican las cabeceras de los valles de Ansó y Roncal.

LA PEÑA SOBRE EL RÍO EZKA ES UNA MONTAÑA ASEQUIBLE, QUE NO FÁCIL, QUE GOZA DE UNA GRAN POPULARIDAD.

RECORRIDO

7 km

Itinerario lineal de ida y vuelta entre el Collado de Arguibiela y la cumbre de Peña Ezkaurre, siguiendo en todo momento el trazado del GR-11.4.

DESNIVEL

750 m+

Considerable, pues se concentra en muy poca distancia. Tanto en el sector de bosque como en la zona rocosa, la pendiente es remarcable.

DIFICULTAD

3/5

Sin grandes dificultades técnicas, pero en caso de lluvia, hielo, viento o niebla pueden surgir complicaciones. Mucha atención a las simas.

ATRACTIVOS

☆ ☆ ☆

El hayedo en otoño, el sobrenatural karst de la zona alta, las vistas de las montañas vecinas, los níscalos de la parte baja del bosque…

VARIANTE MUSCULOSA

La excursión comienza en un pequeño rellano, un cruce de caminos en el que los leñadores apilan troncos de pino y los excursionistas y cazadores de setas estacionan el coche. Al otro lado de la estrecha carretera, un cartel rojo algo desproporcionado anuncia a bombo y platillo que entramos en Navarra.

El track de la ruta parte en dirección contraria. Desciende unos pocos metros por la lengua de asfalto y en la primera curva se desvía hacia la derecha, abriéndose paso entre la arboleda.

El sendero se encuentra perfectamente pisado, además de marcado con las señales de pintura roja y blanca del GR-11.4, la subvariante musculosa del GR-11 que cruza el Macizo de Ezkaurre por su parte más alta. Siempre cuesta arriba, primero nos guía hasta el Collado Abizondo a través de un hayedo de cuento del que emergemos embelesados. Después, nos escupe a una ladera rocosa, una pared de caliza descascarillada que refulge incluso bajo los días rasos de octubre.

CUESTIÓN DE PERSPECTIVA

Paso a paso, y piedra a piedra, vamos ganando perspectiva sobre el valle, un mar verde vivo y encrespado. En las laderas de Punta Abizondo, la marea del otoño empieza a aflorar sobre el hayedo con sus derrames amarillentos. El sol tímido viene y va, a capricho de las nubes.

Más allá, en la Selva de Otzsobieta, del homogéneo pinar emana el rugido insaciable de un escuadrón de motosierras. Cada minuto, cae un árbol junto con su sombra, dejando un nuevo hueco, un nuevo vacío que agranda el claro.

A media ascensión, pasamos pocos metros a la izquierda de una gigantesca sima –atención, no señalizada– a la que nos asomamos con máxima precaución. En la roca se abre un pozo tan insondable como la guarida de Sarlacc, que nos recuerda que este macizo kárstico es en realidad un gruyère que se disuelve con el agua. Una montaña hecha a partir de los restos de millones y millones y millones de conchas y exoesqueletos de moluscos depositados y compactados en el lecho de un mar tropical antediluviano.

LADRÓN DE PENSAMIENTOS

En la gran planicie cimera, una excursionista solitaria almuerza de espaldas al viento, que sopla sorprendentemente frío. En el extremo más oriental de la cumbre se abre un vertiginoso mirador. Las vecinas Espelunga y Forca de Alano despliegan su cautivador poderío al otro lado del desfiladero tallado por el río Veral, que fluye inmerso en su eterna misión mil metros más abajo.

Tras la foto de rigor en el vértice geodésico –probablemente, el encuadre más feo del mundo mundial–, nos abrigamos, buscamos un escalón para recostarnos a sotavento y saborear el pan con algo que hemos traído en el macuto. El hipnótico horizonte amaga con incautarnos la mirada.

Al poco llegan un señor con las manos en los bolsillos y su perro. Saludan de lejos, se sientan a una distancia más que prudente y dejan que el mismo horizonte les secuestre los pensamientos.

Cuando por fin decidimos volver, ya no queda nadie. Entonces, una docena de cabras reconquista con parsimonia la lapiaz de la cima.

MAPA & TRACK GPS

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GUÍA PRÁCTICA

ÉPOCA IDEAL Aunque es factible todo el año, lo ideal es la primavera y el otoño. Atención al calor del verano y la posibilidad de encontrar nieve y hielo en invierno.

ORIENTACIÓN Hemos utilizado el mapa Valles de Ansó y Echo, escala 1:25.000, de la Editorial Alpina (está disponible la versión 2021-22). La edición en formato digital se puede instalar en el TwoNav, de manera que puedes ver el mismo mapa en la pantalla del GPS.

DURACIÓN La ruta requiere unas 3 horas. Nosotros tardamos más porque paramos a almorzar dentro del hayedo y a comer en la cumbre.

AGUA No hay fuentes. El suelo kárstico hace desaparecer el agua como por arte de magia.

DORMIR El camping Zuriza se encuentra a 1'5 km del punto de inicio de la ruta.

CÓMO LLEGAR La excursión comienza y termina en el Collado de Arguibiela, a 15 km de Ansó y 13 km de Isaba.

ENCANTARÁ… A excursionistas todoterreno amantes de los contrastes.

CONTRAINDICADA PARA… Alpinistas en busca de cumbres vírgenes.

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