Material para un ‘overnight’

BIKEPACKING I CONSEJOS

Material para una escapada en modo vivac

CON LA MINI-CASA A CUESTAS

CUANDO LA MÁXIMA A SEGUIR ES EL "MENOS ES MÁS", ENCONTRAR EL EQUILIBRIO PERFECTO ENTRE LIGEREZA Y CONFORT SE CONVIERTE EN UNA QUIMERA INALCANZABLE. SIEMPRE HABRÁ UNA VARIABLE QUE ALTERE EL RESULTADO. UNA NUEVA COMBINACIÓN DE ELEMENTOS QUE DECANTE LA BALANZA. SIN EMBARGO, CUANDO HAY QUE CENAR Y DORMIR BAJO LAS ESTRELLAS, DESPUÉS DE HABER PASADO EL DÍA ENTERO PEDALEANDO, HAY UNOS MÍNIMOS A CUBRIR. Y ESOS LOS TENEMOS MUY CLAROS.

Texto y fotos: Sergio Fernández Tolosa & Amelia Herrero Becker

Camisa de cuadros, bandana al cuello, gorro de lana en pleno verano, zapatos de piel con cordones y, sobre todo, que no falte, colgando de la bolsa de sillín con un mosquetón, la taza de enamel, bien expuesta al polvo, el barro y todo lo que la rueda quiera lanzar ahí dentro. Porque ya se sabe que en el momento menos pensado nos va a apetecer un café recién molido y la taza hay que tenerla siempre a mano… y a la vista de todos.

Bromas –e ironías– aparte, lejos de parecer original, hay que reconocer que a estas alturas el look de bikepacker de importación empieza a ser un pelín caricaturesco. Sin embargo, más allá de las modas o la necesidad de crearse una identidad, lo cierto es que algo de sentido sí tiene el hecho de equiparse de manera distinta cuando vamos de travesía que cuando salimos de casa para hacer deporte.

AUNQUE TODO PAREZCA MUY SIMPLE, MUY BÁSICO Y MUY MINIMALISTA, A LA HORA DE ELEGIR EL MATERIAL PARA UNA ESCAPADA DE BIKEPACKING, AFLORAN LAS DUDAS.

1. ROPA DURANTE LA ETAPA: EL HÁBITO (NO) HACE AL MONJE

Uno podría pensar que para pedalear durante una travesía de bikepacking debería servir el mismo vestuario que solemos utilizar en una salida ciclista. Pues la verdad es que sí y no.

Para empezar, muy probablemente el ritmo será diferente. Iremos más rápidos en una vuelta de 2 horas que cuando vamos a pasar todo el día explorando y pedaleando cargados. En una ruta larga conviene ser más conservadores y encarar las subidas con calma, para cansarnos menos y, de paso, no sudar tanto.

Hay quien prefiere llevar maillot –los bolsillos pueden ser muy útiles para tener cosas a mano– y hay quien se decanta por prendas más holgadas y ventiladas, como una camiseta técnica, de merino… Y con el tema del culotte, las bermudas… Lo mismo.

Sea lo que sea, lo importante es encontrar una equipación que te permita estar cómodo –y ello incluye no pasar frío– sobre la bici durante todo el día. Y ya por pedir, que al día siguiente la puedas volver a usar para ahorrar peso. En este sentido, un buen truco es elegir una camiseta y unos calcetines que puedas usar como pijama y también para pedalear al día siguiente. Lo mismo con las mallas de dormir, que pueden servir para pedalear si hace más frío de lo esperado.

Sobre qué llevar en los pies, nuestro artículo Calzado para bikepacking analiza las diferentes opciones en función de la ruta, el tipo de terreno, el espíritu de la escapada…

Y aunque la previsión meteorológica sea optimista, siempre hay que llevar una chaqueta de lluvia –o un impermeable ligero en climas suaves–. Si la cosa pinta gris, unos guantes largos y un pantalón de lluvia ocupan y pesan muy poco, y pueden marcar la diferencia.

2. ABRIGO PARA EL CAMPAMENTO

Imagina la escena: acabas de encontrar un lugar idílico para vivaquear. Has pasado el día al aire libre: pedaleando, bañándote en ríos, visitando una cueva… Estás cansado, sudado, cubierto de polvo… Es hora de cambiarse y preparar el nido.

Para no enfriarse, lo más sensato es ponerse la ropa de dormir lo antes posible: camiseta interior de manga larga, mallas térmicas, calcetines, un buff y chaqueta de plumas o similar.

Si sólo vamos a pasar una noche fuera, para ir más ligeros, quizá merezca la pena prescindir de las sandalias o un segundo calzado. Nos podemos mover por el campamento con las zapatillas de bici.

Un consejo: para evitar los efectos del rocío durante el vivac, no dejes la ropa ni los zapatos al descubierto por la noche si quieres tenerlos secos a la mañana siguiente.

3. MATERIAL DE VIVAC PARA DORMIR BAJO LAS ESTRELLAS

Durante la noche hay que protegerse de múltiples elementos: bajas temperaturas, viento, rocío, lluvia, insectos varios…

Pero empecemos por lo realmente básico para poder dormir: saco y esterilla. Nosotros nos decantamos por los sacos de plumas, que en climas secos, a mismo peso, ofrecen una mayor eficiencia frente al frío. No son precisamente baratos, pero bien cuidados pueden durar media vida. En cuanto a la esterilla, somos fieles usuarios de la Therm-a-rest Z Lite –tipo acordeón– desde hace años, pero cuando queremos ir en plan muy minimalista, tenemos unas Camp Essential Light Mat hinchables, que no son un Pikolin Normablock precisamente.

A estos dos imprescindibles es muy recomendable acompañarlos de una funda de vivac. Nos protegerá del viento, la humedad y hará que conservemos un poco mejor el calor. Es importante que sea lo más transpirable posible para evitar la condensación en el interior.

Otras opciones son llevar un tarp, una tienda, una mosquitera, una almohada… Y si vamos a un lugar con árboles, podemos sustituir la esterilla por una hamaca que dará juego no sólo a la hora de dormir.

4. CUIDADO PERSONAL E HIGIENE DE CAMPAÑA

Viajando en modo minimalista, con el tema de la higiene hay que ser consecuentes. Nada de champú, acondicionador, gel, piedra pómez, bombas de baño… Pero hay que cubrir unos mínimos: cepillo y pasta de dientes, papel higiénico, protector labial y crema solar.

Si pretendemos asearnos, una pequeña pastilla de jabón biodegradable y una mini-toalla de viaje completan el kit de la "ducha con bidón". El tema del desodorante y las toallitas húmedas es muy personal.

Y aunque parezca una broma, no lo es: es importante empezar la aventura con la manicura y pedicura hechas.

5. COMIDA, AGUA Y ÚTILES DE COCINA

El avituallamiento durante la ruta es un apartado absolutamente vital. Debemos estudiar el itinerario para saber si podremos conseguir comida durante la marcha (en bares, tiendas, etc.). En caso contrario, habrá que planificar muy bien y cargar con todo desde el km 0.

Si vas a cocinar, necesitarás un hornillo, combustible, encendedor, cazo y una cuchara para remover y comer como mandan los cánones. Y por supuesto, una navaja.

Una taza siempre se agradece para beber el café, la infusión o el sopinstant y así mantenemos el cazo limpio para seguir calentando agua y preparar otras cosas. Es verdad que todos estos utensilios pesan y ocupan espacio, pero siempre se agradece poder cenar y desayunar algo caliente. Además, los liofilizados, el cuscús, los noodles, la avena, etc. permiten ahorrar algo de peso.

Nuestro artículo Menú de autosuficiencia 'ultralight' profundiza en este tema con ideas de menús y recetas, trucos que hemos ido aprendiendo, tipos de hornillos, necesidades calóricas, etc.

Respecto al agua, hay que llevar 2 bidones por persona como mínimo e irlos rellenando siempre que tengamos oportunidad. Lo ideal es dormir cerca de una fuente, arroyo o surgencia y llevar un filtro potabilizador como el softflask de LifeStraw o pastillas purificadoras. Si no sabemos si será posible pernoctar cerca del agua, conviene llevar un tercer bidón o un Camelbak.

6. TECNOLOGÍA: GPS, TELÉFONO, LUCES, CÁMARA Y ACCIÓN

Aunque también se puede viajar en bicicleta a la antigua usanza –con mapas y brújula–, lo más habitual hoy día es seguir un track que hayamos dibujado nosotros mismos previamente –con el programa Land de CompeGPS, Plotaroute, etc.– o que hayamos conseguido en alguna plataforma tipo Wikiloc o Komoot, una guía, una página de rutas como ésta…

Para ello necesitaremos un GPS. Lo ideal es que admita cargar mapas de todo tipo, como el TwoNav Cross. Esto nos permitirá improvisar y variar la ruta sobre la marcha, buscar alternativas, salir de apuros, etc.

Evidentemente, debemos calcular muy bien la autonomía de nuestro dispositivo GPS y tener presente dónde y cómo vamos a recargarlo, si es que hace falta. Para aumentar la autonomía, podemos configurar el auto-apagado de pantalla, bajar el brillo, limitar los sensores activos, etc. De todos modos, por si acaso, es muy recomendable llevar un powerbank que transfiera la carga al GPS al terminar la etapa. Para excursiones de más de una noche, con una dinamo tipo Son en la rueda delantera y un transformador tipo Sinewave Cycles Revolution, podemos recargar el powerbank durante la etapa siguiente.

Con el teléfono móvil ocurre tres cuartos de lo mismo. Para ahorrar batería, lo ideal es ponerlo en modo avión durante la etapa. Y las fotos, mejor hacerlas con una cámara.

Tampoco hay que olvidar los cargadores, por si pasamos por un pueblo y paramos a comer en un bar. Si son compatibles, ahorraremos algo de peso.

Para completar el apartado de "tecnología", una linterna frontal es primordial para moverse por el campamento, cocinar, etc. Si tenemos previsto rodar entre el ocaso y el amanecer, hará falta un sistema de iluminación más potente. La opción más simple es un foco con su batería en el manillar y una luz de posición roja en la parte trasera de la bici. Si sueles rodar de noche de forma habitual, una buena inversión es equipar tu bici con dinamo y focos Son.

7. BOTIQUÍN DE EMERGENCIA

Tenemos que reconocer que no siempre llevamos un botiquín al uso en nuestras salidas de bikepacking, pero la verdad es que encomendarse a la buena suerte no es la mejor de las recomendaciones. Falta que una sola vez sea necesario para que uno se convenza de las ventajas de cargar con el estuchito rojo de la cruz blanca.

En realidad, un botiquín básico abulta lo mismo que una cámara de repuesto y pesa alrededor de 150 gramos. A lo que suelen traer de serie –tiritas, gasas, venda, esparadrapo, guantes, pinzas, tijeras– conviene añadir una manta térmica, suero fisiológico, puntos de sutura adhesivos, algunos comprimidos de analgésicos (Ibuprofeno, Enantyum, Paracetamol, Nolotil), antihistamínicos y Fortasec. No está de más un silbato y un quitagarrapatas.

8. HERRAMIENTAS Y RECAMBIOS PARA SALIR DEL PASO

Si la bicicleta está en buen estado y ha sido revisada recientemente, las herramientas y recambios para una travesía de bikepacking de un par de días no deberían diferir demasiado de lo que llevamos en una salida de unas horas. Hay que llevar lo necesario para poder arreglar averías eventuales, como un pinchazo, el reajuste de un cambio, una pastilla de freno rebelde…

La lista sería más o menos así: hinchador, desmontables, parches, 1 o 2 cámaras, multillave con tronchacadenas, powerlink o pasador para arreglar la cadena, botellita de lubricante, bridas, patilla de cambio de repuesto y juego de pastillas de freno extra.

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4 Responses

  1. Eduardo Apolo Esperanza Garcia
    | Responder

    Eres muy bueno escribiendo Sergio. Me he reído un rato. Un abrazo amigo.

    Apolo

    • conunparderuedas
      | Responder

      muchas gracias, Apolo, un abrazo!
      pd. nos ha parecido ver que andas con un proyecto bikepackero de envergadura, ¡¡¡ya nos contarás!!! tenía muy buena pinta

  2. Sergio Dorado
    | Responder

    Muy buen artículo!

    Nosotros en vez de navaja llevamos un alicate multiherramienta que nos ha ayudado bastante en diversas tareas.

    En rutas de varios días llevamos para dormir la esterilla acordeón y una hinchable, vamos las dos. Ponemos al suelo la therma rest y encima la hinchable para evitar pinchazos. Un truco para días muy fríos es ponerlas al revés, la hinchable abajo y la thermarest arriba. El aire de la hinchable suele enfriarse y nos transmite el frío al lomo, por muy buen saco de expedición que se tenga. Con este truco estamos cómodos y calentitos.

    • conunparderuedas
      | Responder

      muchas gracias, Rodando en Verde, encantados de ver completado el artículo con vuestra experiencia cicloturista
      tomamos nota
      un saludo!!!

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