TEST & REVIEW I 5 años con...
Buje dinamo SON 28
A FAVOR DE LA CORRIENTE
EN PLENO DEBATE MUNDIAL SOBRE LAS FUENTES DE ENERGÍA LIMPIAS Y CON EL PRECIO DEL KILOWATIO-HORA POR LA ESTRATOSFERA, ¿EXISTE ALGO MEJOR QUE CONVERTIR TU BICI EN UNA CENTRAL ELÉCTRICA? HACE 5 AÑOS MONTAMOS UN BUJE DINAMO SON 28 PARA GOZAR DE MAYOR AUTONOMÍA EN LAS ESCAPADAS CICLOTURISTAS. ESTAS SON NUESTRAS DISQUISICIONES ACERCA DE LA “TRANSICIÓN ENERGÉTICA”.
Texto y fotos: Sergio Fernández Tolosa & Amelia Herrero Becker
Uno de los alicientes de viajar en bicicleta es la sensación de libertad que experimentas a todas horas. Le pones las alforjas –o las bolsas de bikepacking– a la bici, y la vida se simplifica. De repente, sólo hay que elegir un rumbo, cargar agua y comida y pedalear hasta el siguiente pueblo. Comer, beber, pedalear... y, cuando está a punto de oscurecer, sólo hay que buscar un rincón agradable donde pernoctar.
Al día siguiente, otra vez: siempre igual de diferente. Los bikepackers modernos lo han bautizado como “ride-eat-sleep-repeat”. Pero el lema no es tan original. El mensaje, en realidad, tiene décadas. Es un plagio del mítico jingle setentero de las natillas: “¿Repetimos?”.
MI LIBERTAD… POR UN ENCHUFE
En los últimos años, sin embargo, el creciente uso –y posiblemente abuso– de aparatos electrónicos –GPS, smartphone, cámara fotográfica, etc.– ha incrementado la dependencia de puntos de recarga. La limitada autonomía de las baterías obliga a los cicloviajeros a moverse cerca de la red eléctrica o a buscar sistemas alternativos para alimentar a los insaciables depósitos de litio.
Y es que quedan lejos los tiempos en que escribíamos postales, nos orientábamos con mapas y/o preguntando, y usábamos cámaras de fotos manuales o con una única pila que, dependiendo del uso, duraba semanas, incluso meses.
EL MAYOR USO DE TECNOLOGÍA OBLIGA AL CICLOVIAJERO A MOVERSE CERCA DE LA RED ELÉCTRICA O BUSCAR ALTERNATIVAS PARA ALIMENTAR A LOS INSACIABLES DEPÓSITOS DE LITIO.
¿PARA QUIÉN Y PARA QUÉ?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el plan de “transición energética” implica una inversión económica importante. El precio del buje SON 28 es de 270 euros. A esto hay que sumarle 50 euros del radiado de la rueda. Si queremos recargar dispositivos, necesitaremos un adaptador que transforma la corriente alterna en corriente continua y cuesta 110 euros. Y si queremos usar la energía del buje dinamo para tener luz, habrá que montar unos focos compatibles.
Precisamente por esta razón, cuando en 2017 decidí equipar mi Surly Straggler para el viaje por Armenia, como mi prioridad era poder recargar el GPS, opté por aplazar el montaje de los focos para una segunda fase. Sin embargo, al cabo de nada comprendí que eran, precisamente, lo que daba pleno sentido al buje dinamo.
Dado el coste del invento, lo más razonable es considerar qué tipo de rutas vamos a hacer y cuáles serán nuestras necesidades energéticas durante esas escapadas. Si el plan contempla rodar bastantes días seguidos por regiones remotas, un buje dinamo es sin duda una buena apuesta. El SON 28 permite recargar dispositivos durante la marcha incluso rodando a bajas velocidades.
Por contra, si nuestras escapadas son de sólo 2 o 3 días y no vamos a rodar de noche, quizá instalar un buje dinamo no sea necesario. Con un power bank de 20.000 mAh cargado al 100%, podremos recargar entre dos y tres veces las baterías del GPS y el teléfono, dependiendo de la capacidad de las mismas. Y la inversión económica es mucho menor.
MÍNIMA FRICCIÓN
Los bujes dinamo modernos no tienen nada que ver con las dinamos de botella de las bicicletas de nuestra infancia, que generaban escasa luz y al rozar con la llanta frenaban más la bici que los propios frenos. Los bujes dinamo actuales funcionan con imanes, de manera que la fricción es casi imperceptible, aunque haberla, la hay.
Al buscar información al respecto hemos encontrado algunos estudios que establecen que el “rozamiento” magnético de un buje dinamo puede llegar a ralentizar la bici entre 1 y 3 minutos por cada hora de ruta. Ni para nosotros ni para la mayoría de cicloturistas será un problema. Quizá quienes persiguen récords en pruebas de ultradistancia lo vean de otra manera.
En el mercado existen diversas marcas y modelos. Nosotros, como siempre en materia de bici de viaje y urbana, nos dejamos asesorar por la experiencia de Espai Bici, donde llevan muchos años montando bujes dinamo de la empresa alemana Schmidt Original Nabendynamo, más conocida como SON.
El modelo elegido fue el SON 28, buque insignia de la marca y recomendado para bicicletas de viaje y urbanas. Tiene un peso de 440 gramos, está disponible en diversos colores, es resistente al agua y ofrece una garantía de 5 años.
GENERAR ENERGÍA EN SUBIDA
La principal prestación del SON 28 es que genera energía incluso a velocidades bajas. Por su parte, el modelo SONdelux es 50 gramos más ligero, pero está pensado para ciclismo de carretera, pues optimiza su rendimiento cuando la velocidad es más alta.
Para hacernos una idea, siempre según los datos de la gráfica ofrecida por el fabricante, el SON 28 genera 3 V yendo a 5 km/h y 5 V a 10 km/h, hasta un máximo de 7 V a 30 km/h. El SONdelux alcanza los 5 V –que es lo que da un cargador de móvil normal y corriente– a los 13 km/h.
RECARGAR SOBRE LA MARCHA
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el buje dinamo SON 28 no recarga la batería del móvil o del GPS de manera directa. Para ello necesitamos un adaptador que convierte la corriente alterna que sale del buje en corriente continua. En realidad, el SON 28 no es una dinamo propiamente dicha, sino un alternador.
Nosotros tenemos el adaptador Busch + Müller USB-Werk. Tiene un precio de 110 euros. Pesa sólo 65 gramos, está fabricado en Alemania e incluye una batería interna cuya función es mantener estable el voltaje a 5 V incluso cuando rodamos a poca velocidad o hacemos una parada breve.
La carcasa del adaptador y las vainas protectoras de las conexiones de los cables de entrada y salida son resistentes a la humedad –salpicaduras y lluvia–, pero no sumergibles. Lo que queda sin protección es el puerto USB al que se conectan los dispositivos que queramos recargar.
Aunque el Busch + Müller USB-Werk tiene un soporte que permite fijarlo al tubo del cuadro, lo más práctico es meterlo en una stem bag o una top tube bag con salida de cable. En caso de que no sean impermeables, habrá que proteger el puerto USB con una funda.
A TENER EN CUENTA
Cuando lo estrenamos en Armenia fue muy útil para ir recargando el teléfono móvil y el GPS en algunas etapas, pero desde entonces hemos hecho escapadas más cortas en las que no lo hemos necesitado.
Tras un tiempo guardado, el Busch + Müller USB-Werk ha dejado de funcionar. Haciendo una búsqueda en internet, hemos descubierto que no somos los únicos a los que les ha fallado.
Al margen de la avería y la no impermeabilidad del puerto USB, otra pega que le vemos al adaptador Busch + Müller USB-Werk es que no es compatible con focos de otras marcas. Si tienes el foco Edelux II de SON, por ejemplo, tienes que elegir entre llevar las luces encendidas o ir recargando la batería. Busch + Müller fabrica sus propias luces de dinamo, con las que puedes alumbrar y recargar al mismo tiempo, pero no hace bujes.
Ante estos problemas, Espai Bici ha dejado de comercializar el Busch + Müller USB-Werk. Como alternativa, nos ha recomendado otro adaptador que sí es impermeable, el Sinewave Cycles Revolution, fabricado en EEUU, pero nosotros todavía no lo hemos probado.
FOCO SON EDELUX II
Cuando por fin nos decidimos a montar luces alimentadas por el buje dinamo, optamos por el foco delantero SON Edelux II y la minimalista luz trasera SON Rear Light.
Para el sistema de iluminación no hace falta adaptador, pues ya lo incorpora el propio foco. También tiene una pequeña batería “caché” que permite seguir alumbrando durante 4 minutos al parar en un cruce, un semáforo o a mirar el mapa.
El SON Edelux II tiene un precio de 180 euros y un peso de 75 gramos.
El interruptor está en el anillo exterior del foco y se puede accionar sin necesidad de detener la marcha, incluso con guantes. Ofrece tres posiciones: off (apagado), on (encendido) y automatic sensor (se enciende de forma automática cuando la luz ambiente es insuficiente).
El haz de luz del Edelux II es diferente al de los focos que habíamos tenido antes, que siempre creaban un punto central muy iluminado y el resto lo dejaban más difuso. Esto obligaba a inclinar el foco hacia arriba para ver lo que había lejos. En cambio, el campo de luz proyectado por el Edelux II se basa en una óptica de capas que alumbra por franjas, con mayor potencia lo lejano y con menor potencia lo cercano. De esta manera, es más uniforme y permite ver a larga distancia sin deslumbrar a los demás usuarios de la carretera.
En lo referente a la fricción, si hacemos un test en parado y con la rueda levantada del suelo, al hacerla girar notaremos que con el interruptor en modo on dará menos vueltas que si está en off. Según un estudio de laboratorio de Zukunft Fahrrad, el rozamiento del SON 28 con el Edelux II en posición on va de los 2,5 vatios a 10 km/h a los 6,5 vatios a 30 km/h. Al pedalear, este drag resulta insignificante si lo comparamos con la potencia que imprimen nuestras piernas.
LUX Y LÚMENES
Sobre su potencia, el Edelux II alcanza los 100 lux. Conviene tener en cuenta que un lux y un lumen no son lo mismo. El lux es una unidad que mide la intensidad de luz en una superficie concreta. El lumen, por su parte, indica el flujo luminoso independientemente de la distancia a la que se coloque la fuente de luz. Un lux equivale a un lumen por metro cuadrado.
Resulta complicado comparar los 100 lux del Edelux II con los hasta 5.000 lúmenes de los que presumen algunos focos de bici que funcionan con baterías. En la práctica, el Edelux II proporciona una iluminación amplia y estable –sin parpadeos–, un poco fría, quizá, pero perfecta para circular sin problema en carretera, pistas graveleras y caminos abiertos. Para competir en pruebas de mountain bike nocturnas en circuitos cerrados, por terreno técnico o trialeras, entre arbustos, etc., quizá sí que sea mejor un foco más “omnipotente”.
PILOTO TRASERO SON REAR LIGHT
El Rear Light de SON es sorprendentemente pequeño y ligero –sólo 20 gramos–. Su precio es de 75 euros.
Al igual que el foco delantero, cuando detenemos la marcha en un semáforo o un stop, como medida de seguridad, se mantiene encendido durante 4 minutos gracias a la pequeña batería "caché" que hay dentro del foco delantero.
A diferencia de algunos pilotos de luz roja que permiten elegir entre varios patrones de destello y niveles de intensidad, el SON Rear Light emite luz fija. La potencia no tiene nada que ver con las luces “flash” que se utilizan cada vez más en carretera, pero para señalar nuestra posición en la oscuridad es absolutamente suficiente.
ANÁLISIS & CONCLUSIONES
· Invertir en un buje dinamo SON 28 es una buena idea si: 1) hacemos viajes largos y dormimos en lugares en los que no podemos recargar baterías, 2) usamos la bici habitualmente como medio de transporte en zonas u horarios que demandan una buena iluminación y/o 3) solemos participar en travesías non-stop como la Cat700 Brevet, la Gran Vertical o la Tuscany Trail, en las que nos dará autonomía total para pedalear después de la puesta de sol.
· Aunque nosotros instalamos los focos en una segunda fase, creemos que en realidad son lo que da sentido al buje dinamo. Por cada vez que usemos el cargador, emplearemos mil veces las luces.
· La gran baza del buje dinamo SON 28 es que la autonomía de los focos es eterna. Nunca tendremos que preocuparnos por el estado de carga de las baterías.
· El coste y el peso, de entrada, parecen jugar en contra. Sin embargo, al comparar el precio del kit completo con el de un juego de focos con batería de calidad equivalente –tipo Lupine, por ejemplo–, no hay tanta diferencia.
· Acerca del peso, si lo comparamos con un buje normal –un Shimano XT, por ejemplo–, el SON 28 implica un lastre extra de 270 gramos. A priori parece mucho, pero una batería de foco suele pesar unos 250 gramos.
· Por último, para recargar dispositivos, el buje dinamo con el adaptador resulta más eficaz que las placas fotovoltaicas cuando viajamos por zonas con poca radiación solar –como Islandia, por ejemplo–.
FICHA
Marca: SON Nabendynamo.
Modelo: SON 28.
Color: verde, naranja, azul, rojo, plateado y negro.
Peso: 440 gramos.
Lugar de fabricación: Alemania.
PVP: 270 euros.
Web: www.nabendynamo.de
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