TEST & REVIEW I 1.000 km con...

Ortlieb Handlebar-Pack QR

ANDE O NO ANDE… BOLSA GRANDE

EL PASADO VERANO ESTRENAMOS LA ENTONCES RECIÉN NACIDA ORTLIEB HANDLEBAR-PACK QR, UNA BOLSA DE MANILLAR DE CARGA SUPERIOR 100% IMPERMEABLE QUE HA DEMOSTRADO UNA GRAN POLIVALENCIA, TANTO EN TRAVESÍAS DE GRAVEL O ALL-ROAD DE VARIAS JORNADAS, COMO EN EXCURSIONES DE UN DÍA Y DESPLAZAMIENTOS DE COMMUTING DE MEDIO Y LARGO ALCANCE.

Texto y fotos: Sergio Fernández Tolosa & Amelia Herrero Becker

De un tiempo a esta parte, seguramente coincidiendo con la nada sigilosa irrupción del gravel en el universo ciclista, los manillares de un gran número de bicicletas han empezado a llenarse de bolsas de distintos tamaños, formas y colores. Pese a que restan aerodinámica, incluso los ciclistas de carretera más chic se están animando a liberar un poco los bolsillos del apretado maillot para colocar a buen recaudo y cerca de las manos sus ítems más valiosos: el smartphone, las llaves, la cartera, un paquete de gominolas… además de las herramientas imprescindibles en cualquier salida.

En general, se trata de bolsas de manillar de 1'5 a 3 litros de capacidad en las que difícilmente podremos embutir todo lo mencionado y, además, una chaqueta de lluvia, unos guantes de invierno, un bocadillo... La Ortlieb Handlebar-Pack QR juega en otra liga. Con una capacidad de 11 litros y una carga máxima recomendada de 5 kg, es una bolsa para ir de excursión a lugares remotos. Andurriales en los que te será difícil que te sirvan un cappuccino con leche de almendras o una ensalada de chía adornada con exóticas flores.

SISTEMA DE ANCLAJE: NI UN CABO SUELTO

Una de las cosas que más llama la atención al tener la Ortlieb Handlebar-Pack QR en las manos por primera vez es el sistema de anclaje y desanclaje rápido ideado por los ingenieros de la casa alemana. De entrada, nos trajo un dulcísimo recuerdo que seguro que compartimos con muchos de nuestros lectores: los juegos de habilidad de madera y cordeles que tantas neuronas han reanimado en la legendaria creperie Crêpes & Miel del Col de Peyresourde. Mmmmmmm… qué ricos los crepes…

Volviendo al día del estreno de la Handlebar-Pack QR, tras estudiar las instrucciones de uso y montaje de la bolsa y ver el vídeo del YouTube de Ortlieb, comprobamos que el sistema se inspira en un primo lejano: el mecanismo de Klickfix, que utiliza un cable y diversos tornillos para mantener el kit a la altura deseada. La grandísima diferencia es que el nuevo invento de Ortlieb no requiere tornillo alguno, ni ningún elemento extra en el manillar.

Sencillamente, hay dos cordinos de un material ultrarresistente y distinto color. El de la izquierda se pasa por debajo de la potencia, se ancla en un ganchito que hay al otro lado y se tensa estirando por el extremo opuesto. El cordino de la derecha se pasa por encima de la potencia, se prende de otro ganchito, se tira de él desde la otra punta y se acaba tensando mediante un sistema de palanca muy bien resuelto. Uno de los cordinos evita que la bolsa vaya hacia abajo. El otro, que salte hacia arriba. Y el equilibrio de fuerzas entre uno y otro ejerce la presión suficiente para que la bolsa no se mueva ni a un lado ni al otro.

De entrada puede parecer un poco complejo, pero una vez aprendes el método y lo practicas cuatro o cinco veces, consigues poner la bolsa en menos de un minuto. Para quitarla, apenas necesitas unos segundos.

A nivel de construcción, el anclaje está unido a la bolsa mediante una pieza de plástico de alta densidad con forma de X. Esta llamativa pieza va atornillada a un exoesqueleto semirrígido que cubre la parte trasera y llega hasta el fondo de la bolsa (evidentemente, los tornillos no asoman por dentro). Esta estructura interna confiere a la bolsa una forma semi-cilíndrica, a la vez que da solidez al conjunto y también ayuda a asentar el equipaje.

MANILLARES APTOS Y TALLAS PEQUEÑAS

Lo primero que debemos tener en cuenta es si la Handlebar-Pack QR se adapta al manillar de nuestra bicicleta. De entrada, no es apta para manillares de fibra de carbono. En cuanto al grosor del manillar, siempre según el fabricante, es compatible con tubos de 25,4 a 35 mm de diámetro.

Otra consideración importante es que el sistema de anclaje requiere un espacio libre de unos 4 cm a cada lado de la potencia y los puntos de apoyo del anclaje distan 60 mm entre sí. También será necesario poder apartar los cables de freno y cambio en dichos puntos.

Por otra parte, es importante pensar en qué solemos llevar en el manillar. Por ejemplo, los soportes de GPS que quedan por delante del manillar son incompatibles. Lo mismo ocurre con los focos que van en el manillar: la bolsa obstaculizará el haz de luz.

Sobre el tamaño, la Handlebar-Pack QR tiene una anchura de 32 cm en la parte superior y 26 cm en la inferior, una profundidad de 18 cm y una altura de 22 cm (con la bolsa llena y cerrada). Esto la hace bastante compacta, teniendo en cuenta su gran capacidad. A mí me cabe perfectamente dentro del manillar de carretera, que es de 46 cm –el espacio libre real entre manetas de 38 cm–. Con la bolsa puesta y llena, tengo margen suficiente para asirme en todas las posiciones: en la cruceta, los ganchos y las manetas. Eso sí, yo no he puesto nunca bidones en los bolsillos laterales.

En cuanto a bicicletas de talla pequeña, hay que prever un espacio de margen de seguridad entre la rueda delantera y la parte inferior de la bolsa. La distancia necesaria mínima desde el manillar hasta la rueda es de 25 cm –un tercio de la bolsa sobresale por encima del tubo del manillar–.

SOBRE EL TERRENO

Desde que la estrenamos durante la Grand Gravel Sobrarbe, hemos utilizado la Ortlieb Handlebar-Pack QR en numerosas excursiones de un día, además de diversas salidas overnight por el Pirineo y, más recientemente, la Grand Gravel Monegros.

Si nunca has llevado bolsas de un cierto tamaño en el manillar, conviene saber que algo sí que se nota. Lógicamente, la bici es más cabezona. Pasados unos kilómetros, te acostumbras. Eso sí, hay maniobras que se complican, como soltar las manos del manillar. Y cuando te bajes, te será más difícil aparcarla.

Por lo tanto, en la bolsa de manillar lo ideal es colocar cosas que no pesen demasiado. En el caso de la Ortlieb Handlebar-Pack QR, ya el propio fabricante advierte que cada ciertos kilómetros hay que reapretar el cordino que pasa por encima de la potencia, pues con el peso, el traqueteo y las horas tiende a deslizarse ligeramente hacia abajo. Personalmente, esto sólo me ha ocurrido cuando me he acercado –o quizá superado– a su límite de carga recomendado. Y con reapretarlo una vez al día ha sido suficiente.

IMPERMEABILIDAD Y DURABILIDAD

Al igual que el resto de bolsas de bikepacking de Ortlieb, la Handlebar-Pack QR está confeccionada con un tejido de nailon recubierto de poliuretano libre de PVC, PFC y BPA. Se trata de un material muy ligero, pero a la vez ultrarresistente a la abrasión y 100% impermeable.

Para garantizar el aislamiento, el cierre superior funciona sin cremallera. Utiliza el clásico sistema de triple vuelta de las bolsas estancas y un enganche tipo G con correa deslizante. La gran ventaja de este sistema es que la forma de la bolsa se adapta al volumen del contenido que tengas en cada momento.

CARRETERA, PISTAS Y CAMINOS

En carretera, tras el período inicial de adaptación, la bolsa deja de notarse. Quien tenga oído fino sí que percibirá algo de ruido extra debido a las vibraciones del terreno, pero todo aquel que haya viajado en bicicleta sabe que esto es algo inevitable cuando pones bolsas o alforjas en una bici.

En pistas y caminos rodadores, la Ortlieb Handlebar-Pack QR se comporta de maravilla. Cuando el terreno está más roto, el sentido común nos hará bajar el ritmo, pero la bolsa aguanta perfectamente. El fabricante ya lo indica en el libro de instrucciones: la bolsa de manillar no está diseñada para ir saltando cortados, tirarse por trialeras, etc. Es una bolsa perfecta para el tipo de firme que hoy se clasifica como “gravel”. Aunque nosotros la hemos llevado por zonas “monster-gravel” y ¡ningún problema!

Eso sí, una vez al día –o cada ciertas horas si llevamos mucho peso o vamos por terreno bacheado–, conviene reajustar y tensar los cordones de anclaje. Al mismo tiempo, es vital comprobar que las cintas de tensión de la parte inferior están correctamente tensadas y recogidas. Si van sueltas, podrían rozar o enredarse en la rueda delantera.

¿QUÉ CABE DENTRO DE LA BOLSA?

El interior de la Handlebar-Pack QR consta de un único y amplio espacio. Antes de empezar a llenarla, lo ideal es aflojar todas las cinchas tensoras del exterior. Dentro veremos también una doble cincha que sirve para comprimir y sujetar el contenido.

Si somos minimalistas y vamos a dormir en un alojamiento, sus 11 litros de capacidad podrían ser suficientes para una escapada bikepacker de fin de semana o incluso para participar en una brevet de larga distancia tipo Paris-Brest-Paris.

Para hacernos una idea, la bolsa de sillín de Ortlieb en talla M también tiene 11 litros (eso sí, es más ligera, pesa sólo 325 gramos). Otra diferencia es que seguramente en la capacidad anunciada de la Handlebar-Pack QR se han tenido en cuenta los bolsillos laterales externos, que son sorprendentemente amplios y en los que según el fabricante se pueden colocar dos bidones extra.

En nuestra opinión, estos bolsillos son más adecuados para ítems pequeños que queramos tener muy a mano: barritas, un Buff, un chaleco cortavientos, etc. Los bidones pueden incrementar el peso rápidamente y si el manillar no es lo suficientemente ancho pueden interferir con las manos en los agarres de manetas y curva de manillar.

Acerca de lo que se puede meter en la Handlebar-Pack QR, la lista es larga. Yo consigo colocar una chaqueta de Lifaloft, un maillot térmico de manga larga, unas mallas térmicas, una camiseta técnica de manga larga, un par de calcetines, un calzoncillo, un chubasquero ligero, unos manguitos, unos pantalones de lluvia, una bolsa zip llena de frutos secos, 5 barritas energéticas, el cargador del móvil y el del GPS con sus respectivos cables, un pequeño neceser y una mini-toalla. En la balanza, todo ello son 2.950 gramos, incluyendo el peso de la bolsa.

¿Y LA CÁMARA DE FOTOS?

Personalmente, aunque ahí siempre está mano, no me gusta llevar el material de fotografía en la bolsa de manillar. Lo hice durante años con cámaras analógicas de foto y de vídeo. Y también con digitales. Pero diversas averías en lentes tipo zoom debidas al traqueteo continuo me hicieron escarmentar.

Ahora prefiero llevar las cámaras en riñoneras o mochilas. No es tan accesible, ni tan cómodo, ni tan seguro en caso de caída. Eso está claro. Pero creo que el cuerpo absorbe gran cantidad de las vibraciones del terreno. Hace que las sacudidas sobre los materiales frágiles no sean tan secas, lo que disminuye el riesgo de desperfectos.

CONCLUSIONES

· PROS

√ Es Ortlieb.

√ Es 100% impermeable (IP64).

√ La abertura superior facilita meter y sacar cosas.

√ Cuando la desmontas, no queda ninguna pieza extra en el manillar.

√ El sistema de anclaje deja espacio libre más que suficiente entre la bolsa y el tubo de manillar para colocar las manos en la cruceta del manillar.

√ Teniendo en cuenta su capacidad, es ligera: 530 gramos.

√ Está fabricada en Alemania y es un producto libre de PVC, PFC y BPA.

· CONTRAS

√ No se puede utilizar en manillares de fibra de carbono.

√ Aunque su carga máxima son 5 kg, no creemos que sea el mejor lugar para llevar tanto peso si vamos por terreno irregular.

√ Como la mayoría de bolsas de manillar grandes, es incompatible con los soportes de GPS que quedan por delante del manillar. Lo mismo ocurre con los focos.

· EN RESUMEN

√ Ideal para: bikepackers, cicloturistas y brevetistas que quieren una bolsa 100% impermeable, de considerable capacidad y abertura superior.

√ Contraindicada para: mountain bike extremo (trialeras, saltos, cortados…).