Minas de Liat – Val de Toran

TREKKING I 40 km I 2.350 m+

Minas de Liat - Val de Toran

UN FILÓN DE RELIQUIAS

EN LA FRONTERA ENTRE EL VAL D’ARAN Y OCCITANIA, EL VAL DE TORAN ES LA PUERTA DE ENTRADA A UN TERRITORIO DE APARIENCIA VIRGEN QUE ESCONDE UN SORPRENDENTE LEGADO: UNAS MINAS ABANDONADAS, SOLITARIAS Y DE DIFÍCIL ACCESO, QUE HABLAN DE OTROS TIEMPOS, NO TAN ANTIGUOS, Y DE CÓMO LA NATURALEZA Y LOS INVIERNOS DEVUELVEN, POCO A POCO, CADA COSA A SU SITIO.

Texto y fotos: Sergio Fernández Tolosa & Amelia Herrero Becker

Canejan es un pequeño pueblo colgado de la ladera solanera del Val de Toran, el último valle antes de cruzar la frontera con Francia. Desde el puente de Pontaut, una estrecha carretera se desvía del río Garona para elevarse rápidamente hacia este recodo de naturaleza montuosa que algunos describen, en una comparación que puede doler, precisamente por lo que no es. Y es que en el Val de Toran no hay hoteles, ni gasolineras, ni supermercados, ni urbanizaciones, ni estaciones de esquí…

Pero este valle pirenaico en el que el oso campa a sus anchas –del plantígrado se habla siempre en singular–, no siempre pareció una selva primaria. Bajo el presente halo de virginidad se esconde un pasado minero. Una industria que durante un siglo trajo trabajo, inmigración, monedas de cuño propio, una central eléctrica, un teleférico de 13 km para trasladar en vagonetas la mena hasta el lavadero del mineral, un horno para su fundición... Los vestigios abandonados, retorcidos y oxidados de aquella realidad tan distinta trazan la línea de puntos de esta excursión.

EL VALLE SE CIERRA Y EL VIEJO CAMINO DE HERRADURA, POR EL QUE ANTAÑO CIRCULABAN LAS MULAS CARGADAS DE MINERAL, SE ENCARAMA HACIENDO EQUILIBRIOS POR LA EMPINADA LADERA.

RECORRIDO

40 km

Travesía hasta las Minas de Liat con inicio y final en Canejan. Una vez en Sant Joan de Toran, a la ida sube por el Camin de Güèrri (GR-211) y a la vuelta baja por el Camin de Bedreda (GR-211.3).

DESNIVEL

2.350 m+

Casi todo el desnivel positivo se encuentra entre Sant Joan de Toran y el Cap de Güèrri, de manera que la mayor parte de la ascensión se concentra durante el primer día.

DIFICULTAD

3/5

Se avanza por senderos de montaña, caminos de herradura y alguna huella poco pisada. En el sector aéreo de la ascensión hay un par de tramos equipados con cable quitamiedos.

ATRACTIVOS

☆ ☆ ☆

Las ruinas de las instalaciones mineras, los colores volcánicos del paisaje, los lagos de montaña, los exuberantes bosques caducos, las flores, los pueblos y pequeñas aldeas...

Día 1: Canejan - Refugio de Liat / 21 km / 1.700 m+

ENTRE ANTIGUAS FAJAS

De buena mañana, bajo un cielo cubierto por nubes bajas, empezamos a caminar en Canejan. El viejo Camin dera Cau, hoy señalizado como GR-211, avanza casi en horizontal, junto a un alto muro de piedra, entre antiguas fajas de labranza. Avellanos, fresnos, arces, tilos, cerezos y robles forman hoy un frondoso y colorido pasillo vegetal.

Al cabo de una hora llegamos a Porcingles. Junto a los lavaderos, una fuente de caño refrescante nos da el alto, pero también alas para afrontar la primera subida. Al salir del pueblo, el sendero se vuelve más abrupto y empinado, pero en apenas media hora vuelve a perder altura en dirección a Sant Joan de Toran, que nos recibe con su fuente y sus bordas de piedra oscura reconvertidas en coquetas segundas residencias.

Un sector de enlace por pista asfaltada nos conduce a orillas del río, entre sauces, abedules y choperas, hasta el Refugio dera Honeria. El antiguo horno de fundición de la mina hoy es un alojamiento para excursionistas, con aparcamiento, bar-restaurante y una insaciable barbacoa que exhala un irresistible señuelo.

Ya llevamos 7 km en las piernas. Podríamos haber empezado la excursión en este punto, pero nos habríamos perdido el agradable paseo a través del bosque, de aldea en aldea, por el mismo camino utilizado en otros tiempos por los habitantes del valle.

COMIENZA LA ASCENSIÓN

La ruta del Camin de Güerri continúa por pista ancha hasta la presa del Barratge deth Hons dera Coma. Más allá, la senda se descabrita. El valle se cierra y el viejo camino de herradura, por el que antaño circulaban las recuas de mulas con el mineral en bruto, se encarama haciendo equilibrios por la empinada ladera.

Nosotros lo tomamos con calma. Una parada aquí, otra allá… Cualquier excusa es buena. Hay cientos, miles de orquídeas, pero la flor que se lleva la palma es la del vistoso Lilium pyrenaicum –el lirio de los Pirineos, también conocido como flor de Lis o azucena pirenaica–. Con sus pétalos amarillos moteados vueltos hacia el tallo, parecen linternas de papel a punto de salir volando.

AL FILO DEL ABISMO

Con paso firme, progresamos al filo del zigzagueante sendero, que durante un largo sector merece algo más que el apelativo de aéreo –en un punto hay instalada una plataforma metálica y un cable quitamiedos–. Por las oscuras paredes de enfrente fluyen verticales cascadas. Un poco más arriba, entre la niebla se vislumbran las torres del teleférico y alguna que otra vagoneta todavía colgando del cable, quizá aún cargada de mineral.

Al salir de la zona más expuesta, decidimos tomarnos un respiro y un tentempié. Falta poco para coronar el paso de Cap de Güerri, a 2.300 m. El sol empieza a brillar a través del denso mar de nubes en el que hemos pasado toda la mañana.

LECCIONES DE MINERALOGÍA

De pronto, un nuevo paisaje se abre ante nosotros. Los restos del viejo camino serpentean entre bocaminas, galerías inundadas, escombreras y taludes. El gris y el verde de la superficie contrastan con el cielo azul, las nubes y los rojos y negros de la escoria amontonada.

Aquí y allá aparecen los esqueletos metálicos, desnudos de chapa y madera, de antiguas cabañas y almacenes. También hay edificios de piedra, todos ellos sin tejado, sin ventanas. Son pequeños naufragios. Pecios en tierra firme, a más de 2.000 metros de altitud.

Caminamos por un paisaje que oculta un antiguo volcán en el que el hombre se puso a hurgar. De su interior salían estratos de galena –plomo– y esfalerita –zinc–. Hoy parece un antiguo campo de batalla, con sus cráteres, sus ruinas… Una tierra de nadie que sólo reclaman los rumiantes.

PAÍS DE VACAS

Pasamos un agradable rato descansando a orillas del Estanh de Pica Palomèra, que está rodeado de galerías y muy probablemente colmado de restos de minerales. Después, a última hora, bajamos al antiguo poblado. De la frenética actividad de los veranos en que aquí trabajaban a destajo –en invierno había demasiada nieve–, ya sólo queda chatarra.

Las únicas que pasean por este extraño cementerio de acero son las vacas. Se alimentan entre cables, tornillos, pernos y raíles, y acuden curiosas a nuestra vera, probablemente en busca de sal, obligándonos a guarecernos durante la noche en el refugio libre de Liat. Entre mugidos, con la estampa del Tuc de Maubèrme en el horizonte, apagamos la candela que ilumina la apacible velada.

Día 2: Refugio de Liat - Canejan / 19 km / 450 m+

VUELTA AL PRESENTE

A la mañana siguiente, en vez de regresar por el mismo camino, optamos por seguir una huella casi invisible que desciende rumbo al Estanh Long de Liat. Improvisando el trazado, avanzamos por un terreno kárstico dominado por las dolinas –si hubiésemos seguido el GR-211, que da más vuelta, habríamos pasado junto al gran Horat der Unhòla–, pero acabamos llegando al punto deseado: el Cap de Güèrri.

Ya de nuevo en camino marcado, coincidimos con un pastor y sus tres perros, que marchan en busca de las reses más exploradoras. Un poco más abajo, el camino se bifurca y tomamos la variante del GR-211.3. El Camin de Bedreda resulta ser menos aéreo y dramático, pero también está menos pisado y prácticamente tomado por la vegetación.

Tras una larga bajada que pasa mucho más rápido que la ascensión del día anterior, entramos en el sombrío hayedo. Un poco más abajo aguardan la antigua fundición, el río Toran y el mismo camino de Sant Joan de Toran a Porcingles y Canejan, pero en sentido contrario. Bajo el sol de mediodía, entre bordas abandonadas, a uno le cuesta imaginar que en este silencioso valle, durante la época dorada de las minas, vivieran más de mil personas.

MAPA & TRACK GPS

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GUÍA PRÁCTICA

ÉPOCA IDEAL El principio del verano, cuando la nieve se ha retirado del trazado, el paisaje está verde y aún luce algunos neveros.

ORIENTACIÓN Hemos utilizado el mapa de la Editorial Alpina Val d’Aran, de escala 1:40.000, en su edición 2021-2022. También instalamos la versión digital en el TwoNav, para así ver el mismo mapa en la pantalla del GPS.

DURACIÓN La ruta completa es ideal para hacerse en 2 jornadas. Si comenzamos en Sant Joan de Toran o en el Refugio Dera Honeria ahorraremos 12 y 14 km respectivamente. Con este recorte y sin peso, se puede hacer en un día.

AGUA Nosotros potabilizamos directamente de los arroyos y lagos con un softflask con filtro purificador LifeStraw. Así podemos avituallarnos cada pocos kilómetros, ahorrando mucho peso en la mochila y tiempo a la hora de purificar el agua.

CALZADO El terreno es especialmente variado. Hay sectores de sendas bien pisadas, trochas pedregosas, pastizales, bosque, algo de barro… Nosotros utilizamos las Bestard Trek FF, ideales para caminar rápido por alta montaña, y las Bestard Bosc, un modelo más ligero, bajo y flexible concebido, a priori, para moverse por superficies menos exigentes, pero que con la técnica y musculatura de pies y piernas en buenas condiciones también resultan fiables y muy cómodas en rutas de este tipo.

Minas de Liat - Val de Toran TREKKING restauurant y refugio
Palos y señales.

COMIDA Nosotros cargamos comida para dos días. En el itinerario hay un bar-restaurante en Sant Joan de Toran y el Refugio dera Honeria, donde también se puede comer. Los dos están muy cerca entre sí y quedan al principio –y al final– de la excursión.

DORMIR Nuestra idea era vivaquear, pero la presencia de vacas pastando por toda la zona hizo que el refugio libre de Liat –en buen estado– se convirtiese en nuestra guarida por una noche. Por supuesto, siguiendo todos los principios de Leave no trace.

CÓMO LLEGAR El track de la excursión comienza y termina en Canejan, en la comarca de Val d’Aran, Lleida.

ENCANTARÁ… A excursionistas interesados en explorar parajes naturales que esconden un pasado minero.

CONTRAINDICADA PARA… Quien sufra vértigo al viajar en el tiempo o aversión a las ruinas y la basura industrial abandonada en el medio natural.

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