Ibón d’el Sen desde San Juan de Plan

TREKKING I 15 km I 1.200 m+

Ibón d'el Sen desde San Juan de Plan

EL GRAN AZUL

LEJOS DE TODO, EN UN SECTOR POCO CONOCIDO DEL VALLE DE GISTAÍN, EL IBÓN D'EL SEN AGUARDA A 2.360 METROS DE ALTURA INMERSO EN UN SILENCIO CATEDRALICIO. RODEADO DE UN MAGNÍFICO CIRCO GLACIAR, SUS AGUAS COLOR TURQUESA REFLEJAN UNA LUZ FABULOSA, CASI INVEROSÍMIL, COMO SI FUESE UN DOCUMENTAL DE DAVID ATTENBOROUGH EN EL QUE LAS TRUCHAS DAN VIDA A UN ESCENARIO QUE PERTENECE A OTRO MUNDO.

Texto y fotos: Sergio Fernández Tolosa & Amelia Herrero Becker

Hay semanas en que no sabes dónde ir para saciar la sed de aire puro, silencio y parajes inalterados. Entonces abres uno de tus mapas favoritos, te pones las gafas de ver y apuntas con el índice, buscando al azar un hueco entre las tintas, un rincón todavía desconocido para ti. La yema del dedo se desliza anárquica sobre el papel satinado, leyendo el relieve, imaginando el paisaje…

Y de pronto, ya está: "Mañana vamos a ir aquí". Así apareció en nuestras vidas el Ibón d'el Sen, un lago de montaña situado a 2.360 metros de altitud, a los pies de un fastuoso circo glaciar orientado al sur, justo encima de San Juan de Plan, en el Valle de Gistaín, y dentro, aunque sea por muy poco, de los límites del Parque Natural de Posets-Maladeta.

EN EL CENTRO, LA SUPERFICIE REFLEJA EL MAGNÍFICO CIRCO GLACIAR DE PAREDES GRANÍTICAS CORONADO POR LAS SOBERBIAS AGULLAS D'EL SEN. ES INMENSO Y REALMENTE HERMOSO.

RECORRIDO

15 km

Excursión a pie, de ida y vuelta, al Ibón d'el Sen desde Puen Pecadó, en San Juan de Plan. El itinerario sigue las marcas blancas y amarillas del PR-HU-115 a través de bosques, pastizales y un breve caos de rocas.

DESNIVEL

1.200 m+

Ascensión considerable, sin duda alguna, pero al ganar el desnivel de forma constante y no haber hay ningún sector llano en todo el trazado, la pendiente resulta más llevadera.

DIFICULTAD

3/5

Al margen del desnivel acumulado, sin nieve y con buena meteorología no entraña dificultades técnicas. Únicamente demanda mayor atención y buenos tobillos en el caos de rocas que antecede al ibón.

ATRACTIVOS

☆ ☆ ☆

La belleza del ibón y el circo glaciar, sus aguas cristalinas y las truchas que nadan en ellas, las vistas del valle mientras subimos, las bordas y pastizales del sector intermedio, las flores, marmotas, etc.

PUENTE DE LOS PECADORES

La ruta comienza en el aparcamiento que hay junto al Puen Pecadó, también conocido como Puente de los Pecadores. Medio oculto entre tilos de buen porte, el viejo puente aprovecha un angosto estrechamiento para salvar el río Cinqueta, que corre nada menos que 50 metros por debajo. Al cruzarlo, la mirada se desploma, temblorosa, entre las verticales paredes de roca y el inesperado vacío.

Igual de espeluznante es la historia que busca una explicación a su nombre. Son intrigas, leyendas y sucesos de otras épocas. Hoy hemos venido a caminar por la montaña y oler flores. Para ello seguimos las marcas del PR, que enseguida abandonan el camino principal y viran a la derecha. El sendero, que aún conserva su antiguo empedrado en algunos tramos, se abre paso entre árboles de boj, serbales, avellanos, fresnos y cerezos.

Con los primeros sudores alcanzamos una zona más llana y despejada con vistas al macizo del Cotiella y las peñas que se alzan sobre San Juan de Plan. Un poste indicador nos recuerda el rumbo correcto, que ahora avanza entre las típicas bordas de la zona y los muros de piedra que delimitan los campos.

BIENVENIDOS AL PARQUE NATURAL

Un breve tramo de camino más ancho enlaza con otro de pista forestal. Es la que sube desde San Juan de Plan por Dondelapart y la ermita de San Mamés. La misma que usan algunos excursionistas con vehículo 4x4 para ahorrarse el primer tramo de la excursión, aparcando junto al Lavadero –a 1.700 metros de altitud–, una pequeña presa de hormigón que ayuda a regular el caudal del barranco d'el Sen y controlar la erosión.

En este punto las señales de pintura blanca y amarilla abandonan la pista y trepan hacia la izquierda, rumbo a una zona de pastizales. Por la senda se gana altura rápidamente. Cruzamos un pequeño puente de madera –buen lugar para abrevar a las mascotas– y seguimos subiendo, pasando junto a la Cabaña de las Pardas, entre praderas herbosas y flores silvestres.

El sendero sigue fiel al curso del barranco, ahora en paralelo por la derecha –su izquierda–, ahora en zigzag por la izquierda –su derecha–. Tras dos horas de caminata llegamos a las cascadas. Y como hoy bajan mansas, Chincheta aprovecha para refrescarse.

CIRCO GLACIAR

Un último esfuerzo nos sitúa en el primer ibón, muy pequeño, poco profundo y acotado por un prado en el que silban las marmotas. Lo rodeamos por la derecha y accedemos al caos de rocas de gran tamaño que circundan el Ibón d'el Sen, que se mantiene oculto hasta el último instante.

Sus aguas turquesas, cristalinas, dejan ver el fondo incluso a varios metros de la orilla. En el centro, la superficie refleja el magnífico circo glaciar de paredes graníticas, coronado por las soberbias Agullas d'el Sen. Es inmenso y realmente hermoso.

Después de almorzar, observar a las truchas y darnos un rápido remojón, iniciamos el regreso hacia el valle por el mismo camino, felices por este pequeño gran descubrimiento.

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