BACKROADS I 507 km I 11.300 m+
Route des Cols - Transpirenaica Oriental (Portbou - Vielha)
CICLOTURISMO DE LEYENDA
CRUZAR EL PIRINEO DE MAR A MAR, POR LOS MÍTICOS PUERTOS DE MONTAÑA DEL TOUR DE FRANCE, ES UN SUEÑO QUE TODO CICLISTA DESEA HACER REALIDAD ALGÚN DÍA. ESTA RUTA COMBINA EL ESPÍRITU AVENTURERO DEL BIKEPACKING MINIMALISTA CON LA ÉPICA DEL CICLISMO DE LEYENDA.
Texto y fotos: Sergio Fernández Tolosa
Pedalear de sol a sol, si es que brilla el sol. Pero pedalear. Cuesta arriba, siempre cuesta arriba. Por sinuosas carreterillas que se retuercen entre junglas de helechos, hayedos y castañares. Ascender a golpe de riñón hasta cotas rocosas, entre alfombras de nieve y líquenes. Alcanzar la cima, otear el horizonte y descubrir que siempre hay más montañas, y cada vez más altas.
Así es el cicloturismo pirenaico, un desafiante subibaja continuo. Una montaña rusa que te vacía y te llena, te doblega y te premia, te curte y te emociona. Una aventura en la que nada es previsible y todo puede cambiar en el curso de una hora. Una travesía que reclama pedalear ligero, y a la vez autónomo. Sólo así podremos decidir sobre la marcha absolutamente todo.
SEÑALIZADA COMO 'ROUTE DES COLS', ESTA POPULAR RUTA DE CICLOTURISMO SURCA EL PIRINEO FRANCÉS A LO LARGO DE MÁS DE 1.000 KM, EN UN VIAJE QUE TE HACE SENTIR COMO UN AUTÉNTICO PIONERO DEL CICLISMO.
RECORRIDO
507 kmItinerario lineal. Perfecto para una escapada de 4 o 5 días. Si se dispone de 3 o 4 jornadas más (una semana en total), se puede prolongar hasta Hendaya.
DESNIVEL
11.300 m+Es una ruta de alta exigencia física. Pasarás muchas horas pedaleando cuesta arriba cada día. El 34x32 del Compact puede resultar un poco grande en algunas cuestas.
DIFICULTAD
4/5La dificultad radica en las ascensiones acumuladas y en la capacidad de recuperación. Algunos descensos requieren especial atención y buenos frenos.
ATRACTIVOS
☆ ☆ ☆La Route des Cols surca el Pirineo francés a lo largo de más de 1.000 km. El sector oriental es el menos renombrado, pero también el más tranquilo y solitario.
UNA CLÁSICA ENTRE LAS CLÁSICAS
En cualquiera de sus múltiples versiones, la Transpirenaica es la travesía cicloturista por antonomasia. En esta ocasión, el plan original contempla pasar entre 8 y 10 días pedaleando por carreteras de montaña del sur de Francia. Siempre buscando las más solitarias. Las de trazado revirado y asfalto añejo y parcheado. En la cabeza resuenan los nombres de los míticos puertos del Tour de France: Peyresourde, Aspin, Tourmalet, Aubisque… Pero antes de llegar al olimpo del Pirineo hay que someterse a una sorprendente infinidad de collados.
Nada más empezar, desde la playa de Portbou, el asfalto se encarama a la divisoria por el Coll dels Belitres. Es el primer escollo del viaje. Sólo 165 metros sobre el nivel del mar. Apenas dos kilómetros de ascensión hasta las abandonadas ruinas de la antigua aduana. Un agradable aperitivo con vistas al Mediterráneo. Pero todo suma. Y lo comprobaré en mis carnes en los próximos días, en los que un implacable y extraño bochorno se apoderará incluso de las cotas más elevadas del Pirineo.
ENCADENANDO PUERTOS
En la cara norte, el gaudeamus no cesa en todo el día. El empacho de endorfinas está servido y los nombres de los "cols" se confunden a las pocas horas: Banyuls, La Vajol, Manrella, Miralles, La Brossa, Llemosí, Xatard, Palomère... Paso el día entero enlazando carreterillas estrechas por las que no transita prácticamente nadie. Aquí, el ciclista tiene más la sensación de pedalear por un camino pavimentado que por una vía de primer orden.
Al día siguiente, tras una calurosa noche bajo las estrellas, la lista de puertos continúa engrosándose: Jau, Garabeil, Pailhères... El calor es sorprendentemente húmedo, incluso en las alturas. Al pasar por los pueblos asalto las panaderías y me sumerjo en las fuentes imitando a los antiguos héroes del Tour de France.
Y al otro día, más y más puertos: Chioula, Ferret, Soulombrie... Un verdadero festín que se engrosa al descubrir algunas carreterillas más elevadas, alejadas de la ruta principal, como cuando llego a Tarascon-sur-Ariège y me decido a subir hacia el Etang de Lers y el Col d'Agnés.
MUROS DE NUBES
El cuarto día, ya de madrugada, la lluvia se presenta con intención de quedarse. Ahora chispea, ahora truena, ahora jarrea... Bajo el agua, los ánimos se ablandan como las yemas de los dedos. Sobre la marcha, decido esquivar dos puertos que me habría gustado coronar: el Col de Menté y el Port de Balès.
Al llegar a Bagnères-de-Luchon, las nubes me conceden un leve respiro y hasta logro ver un retal de cielo azul sobre el paso montañoso del Peyresourde. Pero la previsión es de lluvias para los próximos tres días, y me siento cansado, perezoso. Sin bajar de la bici, decido escuchar a mi yo, que pone rumbo a casa, vía Vielha, por el Portillón. "Volveré con más fuerzas, cuando Meteofrance prometa cielos despejados".
A los pocos metros, en plena ascensión hacia el Val d'Aran, el destino parece darme la razón. La llanta trasera de mi querida Straggler sufre un extraño e inexplicable desgarro que la deja medio coja. ¿Estaba escrito?. "Sí, volveré".
EN LA CABEZA RESUENAN LOS NOMBRES DE LOS MÍTICOS PUERTOS DEL TOUR DE FRANCE: PEYRESOURDE, ASPIN, TOURMALET, AUBISQUE... PERO ANTES DE LLEGAR AL OLIMPO DEL PIRINEO HAY QUE SOMETERSE A UNA SORPRENDENTE INFINIDAD DE COLLADOS.
MAPA & TRACK GPS
GUÍA PRÁCTICA
→ RECORRIDO 507 km / 11.300 m+
→ ITINERARIO LINEAL De Portbou a Vielha, por la vertiente norte del Pirineo, buscando siempre la ruta pavimentada más cercana a la divisoria.
→ DURACIÓN Ideal para una escapada de 4 días, a razón de 130 km y 3.000 m+ de media por jornada.
→ COTA MÁS ALTA 2.001 metros (Col de Palhières).
→ TEMPORADA De junio a octubre.
→ Rodar durante días enteros, por estrechas, sinuosas, solitarias y silenciosas carreteras de montaña.
→ Encadenar un col tras otro, hasta el infinito, olvidando por completo lo que es pedalear en llano.
→ Vivir alejado del mundanal ruido, entre bosques y montañas, descubriendo el encanto bohemio de los pequeños pueblos de montaña del sur de Francia.
→ Seguir una dieta basada en los cuatro alimentos básicos del bikepacker en la Galia Narbonensis: fromage, baguette, crêpe y croissant.
→ La ruta sigue la popular "Route des Cols - Les Pyrenées", pero con algunas variantes. Siempre que sea posible, se decanta por la vía menos importante, aunque ello implique sumar desniveles o dar rodeos extra.
→ Todo el recorrido es asfaltado a excepción de 1 km entre el Coll de Manrella y Les Illes, que es de pista de tierra con algunas piedras.
→ Las carreteras escogidas tienen trazados revirados y firmes en condiciones desiguales. No esperéis recuperar las medias de velocidad cuesta abajo.
→ ENCANTARÁ… A los nostálgicos de las carreteras de antaño, de un solo carril, sin marcas de pintura ni quitamiedos, con fuentes de agua cristalina que manan en las cunetas…
→ CONTRAINDICADA PARA… Incondicionales de los llanos, obsesos de las velocidades medias y alérgicos al asfalto con personalidad.
→ BICI IDEAL En esta ruta utilicé una Surly Straggler de cromoly. Le monté unas bielas de 10v de mountain bike, para obtener una combinación de platos y piñones de 24-38 x 11-32. Con este comodín uno afronta cualquier muro, aunque sea a final del día. Para los neumáticos, opté por unos Schwalbe Marathon Mondial de 1.75, con los que me sentí muy a gusto y seguro.
→ La guía Puertos míticos del Pirineo, de la Editorial Alpina, me sirvió como base y punto de partida. La ruta propuesta en el libro se divide en 7 etapas perfectamente compensadas. Los mapas y perfiles están muy bien presentados. Cada etapa se muestra en una ligerísima ficha plegable plastificada –resistente al agua–, que encaja en el bolsillo del maillot.
→ DESVÍO POR OBRAS Durante la ascensión al Coll de Banyuls (355 m), el track se desvía por una pista de tierra porque ese día había máquinas trabajando en el pavimento de la carretera y desviaron el tráfico.
→ A causa del mal tiempo, el cuarto día desestimé pasar el Col de Menté (1.409 m) y el Port de Balès (1.755 m), que sí estaban en el plan original de la ruta. Seguro que merecen la pena.
→ La idea de ir por el valle de Luchon y pasar el Col du Portillon me la dio un ciclista afincando en Vielha al que conocí en el Col des Ares el mismo día. Me dijo que la N-230 tiene muchísimo tráfico de camiones de gran tonelaje, y es absolutamente cierto.
→ Lista de cols que incluye el track: Belitres, Banyuls, La Vajol, Manrella, Miralles, La Brossa, Llemosí, Xatard, Palomère, Jau, Garabeil, Pailhères, Chioula, Ferret, Soulombrie, Lers, Agnés, Latrape, Portech, Portet d'Aspet, Buret, Ares y Portillon.
→ Conviene cargar poca comida para aligerar el equipaje lo máximo posible, pero prestando atención a los horarios de los comercios de los pueblos, pues no abren todo el día.
→ La primera noche vivaqueo en el Col de Palomère (1.036 m), en las faldas del Canigó. Por la mañana, descubro una garrapata hincando los dientes en mi cuero cabelludo. Mal asunto. Su mordedura puede acarrear graves problemas de salud. Toda precaución es poca.
→ Para la segunda noche, en el Col du Chioula (1.431 m) hay una pista de tierra que conduce hasta un espectacular mirador. Está señalizado, apartado de la carretera y cerrado al tráfico.
→ La tercera, me protejo de una tormenta vespertina en un pueblo llamado Sérac. Junto a los WC públicos, el lavadero y la pista de petanca, hay una especie de escenario elevado y cubierto, aunque a la vista de todos. Cuando la lluvia cesa, no queda nadie despierto. Extiendo mi esterilla y paso una tranquila noche. A la mañana siguiente, un hombre armado con una guadaña corta las malas hierbas de su jardín a golpe de cintura. Zas, zas, zas… Recojo y parto inmerso en una nube de lluvia horizontal.
→ Quien prefiera dormir en cama, encontrará sin problema multitud de opciones a lo largo de toda la ruta: chambres d'hôtes, auberges, maison d'hôtes...
→ TREN A PORTBOU desde Barcelona. El primer tren llega alrededor de las 9 AM, por lo que se puede aprovechar la jornada prácticamente entera para pedalear. Condiciones y horarios de Renfe.
→ BUS DESDE VIELHA a Barcelona (pasa por Lleida, donde se puede tomar otro rumbo). Atención a los horarios y condiciones de Alsa para llevar la bicicleta en la bodega del bus, que pueden cambiar.
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