PRIMERAS IMPRESIONES

La primera característica que hay que destacar de las Shimano RX6 es que, pese a ser unas zapatillas para gravel, el fabricante ha dado un paso adelante y no las ha hecho de cordones. El cierre BOA® me parece mucho más práctico, rápido y cómodo en cualquier situación, tanto al ponértelas y quitártelas como para hacer ajustes sobre la marcha. Las RX6 cuentan con el sistema de microajuste BOA® L6, que en este caso se combina con un velcro en la parte delantera.

Además del importantísimo tema del sistema de ajuste, una estética atractiva y unos acabados a la altura de una zapatilla de gama media-alta, de las Shimano RX6 destacaríamos otros tres aspectos: peso ligero, rigidez notable y una extraordinaria cantidad de canales de ventilación.

PESO, RIGIDEZ Y VENTILACIÓN

En la balanza, en talla 47 EU estándar –también las hay con horma ancha–, el peso es de 360 gramos por pie –con cala–. Según el catálogo, en talla 42 son 274 gramos. Este rango de pesos la sitúa muy cerca de los modelos de gama alta y unos 15 gramos por debajo de unas zapatillas SPD equivalentes destinadas a mountain bike.

El cuanto a rigidez, Shimano las clasifica como 8 dentro de una escala que va del 1 al 12, en la que el 12 corresponde a las zapatillas de competición de carretera. Personalmente, considero que es el punto adecuado para obtener una pedalada potente sin sacrificar el confort recomendable en rutas largas.

Por último, pero no menos evidente, resalta la inmensa trama de microperforaciones repartidas por toda la zapatilla. Bajo la tira de velcro de la parte delantera también hay una rejilla de ventilación. Al sacar la plantilla, que también está perforada, la entresuela aparece totalmente agujereada. En la suela hay varios conductos de ventilación que atraviesan la suela y la entresuela, tanto en la parte del antepié como del talón.

MIRAR POR DEBAJO

Al mirar por debajo, encontramos las características más diferenciadoras y evidentes respecto a los modelos orientados al mountain bike.

La suela es de perfil bajo, muy finita, de nailon reforzado con fibra de carbono. Los tacos de TPU son muy prominentes –sobre todo los del talón–, pero todos tienen la cabeza plana y amplia, como de plataforma. Al tacto auguran un buen agarre en superficies duras y compactas. En terrenos blandos, habrá que verlo, pero la ausencia de tacos cónicos o afilados y de espacios previstos para atornillar clavos hace pensar que las RX6 han nacido para rodar, no para salir corriendo, bici al hombro, de trincheras embarradas. Por otra parte, lo que no encontramos en la suela es el compuesto de goma Ultread que aporta un grado extra de adherencia en otros modelos de la marca que ya hemos probado.

Antes de seguir con el test, otro detalle que nos había pasado desapercibido: un menor refuerzo en la puntera –es decir, menor protección para los dedos– respecto a los modelos orientados al cross country.

SOBRE EL TERRENO

Una vez en el pie, confirmo que la horma tiende a estrecha, aunque en la puntera sí parece que hay espacio suficiente para los dedos. Por su parte, el sistema BOA® L6 consigue un ajuste rápido y preciso.

Estrené las Shimano RX6 el fin de semana de presentación de la Grand Gravel Sierra de Guara. En dos días y medio cayeron un total de 340 km (210 km de la ruta y 130 km de los desplazamientos). Desde el primer momento las sentí como guantes. Y cuando ya estaba llegando a casa valoré muy positivamente que, pese al esfuerzo y las horas que las llevaba puestas, seguían siendo cómodas (hay que tener en cuenta que era primavera y, aunque hizo sol, no fue un fin de semana muy caluroso).

Luego las he utilizado en salidas cotidianas –'entrenamientos'–, commuting, ir a la compra, etc., y también rodé con ellas los dos días del Gravel Penedès 2024, tanto en la salida de Rustic Roads como en la de Gravel Rosat.

El examen final fue la CAT700 Backroads: 790 km de carreteras secundarias y caminos de servicio para cruzar Cataluña de norte a sur en régimen de autosuficiencia.

EXAMEN FINAL

Lo noté en las primeras subidas y lo corroboro tras casi 2.500 km con ellas: las Shimano RX6 ofrecen una poderosa pedalada.

En cuanto al confort, de entrada soportan bien el paso de las horas, pero después de las maratonianas jornadas, con calor y muchos metros de desnivel acumulados de la CAT700 Backroads, sí noté las típicas molestias en la zona de apoyo del pedal (en mi caso, Shimano SPD). Muy probablemente se deban a que la horma es algo estrecha para mi pie. Para la próxima ocasión, horma ancha sí o sí.

Lo que sí me ha parecido muy útil es el sistema de microajuste BOA®. Al final del día, cuando afrontas las últimas horas de pedaleo con los pies ya hinchados, puedes ir aflojando o apretando el cierre, según las necesidades de cada sector, sin necesidad de parar ni bajarte de la bici.

¿PIES FRESCOS?

Pese al excepcional sistema de ventilación, las RX6 no me han parecido especialmente frescas. Quizá se deba al color negro, que en días de fuerte sol absorbe más los rayos. Las RX6 están disponibles en tres colores. Para el test, nosotros recibimos las de color negro, que tienen una discreta trama camuflaje en segundo plano.

CUANDO HAY QUE DESCABALGAR...

Su papel en la vida no es protagonizar largos hike-a-bikes, pero se camina bien con ellas en múltiples superficies, especialmente las compactas y uniformes. La suela, sin embargo, no está pensada para andar por terrenos embarrados, ni senderos abruptos y rocosos.

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