TREKKING I 11 km I 1.300 m+
Peña Montañesa (2.295 m)
LA ATALAYA OMNIPRESENTE
LA INCONFUNDIBLE Y MAJESTUOSA ESTAMPA DE LA PEÑA MONTAÑESA, CUYA CARA SUR ES VISIBLE DESDE GRAN PARTE DE LA COMARCA DEL SOBRARBE, ES UN RECLAMO INELUDIBLE PARA CUALQUIER AFICIONADO AL MONTAÑISMO. LA ASCENSIÓN DESDE EL MONASTERIO DE SAN VICTORIÁN SORTEA LOS INMENSOS PAREDONES QUE PROTEGEN ESTA FORTALEZA PÉTREA DE APARIENCIA INEXPUGNABLE EN UNA EXCURSIÓN QUE, SIN EXCEPCIONES, DEJA HUELLA, TANTO EN LOS PIES COMO EN LAS RETINAS.
Texto y fotos: Sergio Fernández Tolosa & Amelia Herrero Becker
La hemos admirado cientos, quizá miles de veces. Al amanecer, al atardecer, desde la bici, desde el río, desde la plaza, desde el castillo… Entre los árboles, sitiada por nubes de tormenta, colmada de nieve, difuminada por la calima, abrasada por el sol de mediodía… La Peña Montañesa –también llamada Picón d'O Libro– es la cumbre más alta de la Sierra Ferrera, que se alza como un alcázar entre los ríos Cinca y Ésera, a la entrada del Pirineo de Huesca. Hay quien ve en ella el contorno de una joven dormida, de una princesa petrificada o de una ninfa llamada Pyrene. Nosotros vemos una montaña hermosa y sentimos la llamada de su cima, que desde el valle nos parece lejana y altiva. La observamos y dudamos: "¿Por dónde atravesaremos esas paredes?".
MONASTERIO MILENARIO
Tras estudiar el mapa detenidamente, nos decantamos por la vía de ascensión más habitual, que arranca en el aparcamiento del monasterio de San Victorián –San Beturián, en aragonés–, en la cara sur de la montaña, a 1.100 metros de altitud. Allí mismo encontramos un plafón muy ilustrativo sobre la historia y la geología del lugar. También el primer poste indicador de esta ruta, que es una de las más populares de la zona, y que reza así: "PM nº4: Peña Montañesa (Picón d'O Libro) 10 km / 5'30 - 6'30 h / difícil". Y por si a algún ciclomontañero o endurero le quedaba alguna duda, especifica: "Sólo senderistas".
Desde el primer metro, el sendero empieza a subir a través de un denso y sombrío bosque formado por quejigos y boj. Como estamos en otoño, el ambiente fresco de la mañana invita a caminar. Poco más arriba aparece el primer desvío, perfectamente señalizado, hacia la cueva de Hueso Santo y el abrigo de maquis. Nosotros seguimos a la derecha, por la siempre pedregosa senda principal.
PASO A PASO, ENLAZAMOS UNA FAJA CON OTRA, SORTEANDO SOBRE ATRACTIVAS LOSAS LAPIACES LOS ENORMES PAREDONES CALCÁREOS QUE CUSTODIAN LA CUMBRE.
RECORRIDO
11 km
Itinerario de ida y vuelta, muy panorámico –especialmente en la cima–, con inicio y final en el monasterio de San Victorián. Ideal para una escapada montañera de otoño, final de primavera o inicio de verano.
DESNIVEL
1.300 m+
La ascensión acumulada es contundente. Conviene no infravalorarla, sobre todo porque se realiza en apenas 5 km, en terreno exigente y pedregoso, y sin apenas descansos ni zonas llanas.
DIFICULTAD
4/5
Todo el recorrido se desarrolla por sendas más o menos bien definidas, pero de naturaleza abrupta en bastantes tramos, lo que obliga a prestar atención y usar calzado adecuado para este tipo de terreno.
ATRACTIVOS
☆ ☆ ☆
La panorámica cumbre, los bosques de boj, los retorcidos pinos negros, las praderas de las fajas que separan los acantilados calcáreos, los sarrios, el ambiente alpino, el silencio, el monasterio de San Victorián...
BOSQUES, PAREDONES Y FAJAS
Sin tregua que valga, la ruta se las ingenia para sortear con soltura y elegancia los enormes paredones calcáreos que custodian la cumbre. Paso a paso, enlazamos una faja con otra, caminando sobre atractivas losas lapiaces y anchas praderas sembradas de esos tentadores pufs vegetales –"¡narices, cómo pinchan!"– que reciben el acertado nombre de erizones.
En uno de los numerosos zigzagueos, a la izquierda parte la senda de la variante de Faja Toro –indicada con pintura en una roca del suelo–, que dejamos para el día en que nos sintamos más aventureros. La ruta normal continúa hacia arriba, en dirección a Os Plans, una amplia pradera en la que encontramos una caseta de pastores, un abrevadero para ganado en el que Chincheta, nuestra peluda compañera cuadrúpeda, aprovecha para calmar la sed, y un viejo pluviómetro.
AMBIENTE 100% PIRENAICO
Al final de la suave balconada, el sendero se desvía hacia el único sector de bajada que hay en toda la ascensión. Se trata de un breve paso algo más técnico, aunque nada difícil ni expuesto, que desemboca en un canchal desde el que ya oteamos la cumbre desnuda y refulgente de la Peña Montañesa.
Pasamos de largo el cartel que indica la vía de ascenso a La Tuca (2.275 m) y poco más allá aparece la verticalísima bajada a Torrelisa por la Canal Mayor. Frente a nosotros se abre ahora una zona herbosa en la que crecen pinos negros de tronco retorcido. Sus sombras sirven de escondite a una familia de sarrios que a Chincheta no le pasan desapercibidos.
En el tramo final, la senda se confunde entre hitos de piedras y más piedras, y cada cual sube por donde puede hasta la cima, donde nos aguarda un espléndido horizonte. En lo más alto reina la calma. No hay viento y el panorama es inmenso: Monte Perdido, Tres Sorores, Taillón, Posets, Cotiella…
Después de almorzar sin prisa –Chincheta incluso se echa la siesta–, descendemos por el mismo camino. Hay quien prefiere perder altura por la directa, deslizándose pedrera abajo, y ahorrarse las curvas de los últimos metros.
El regreso hasta San Victorián resulta mucho más rápido que el ascenso, pero conviene tomarlo con calma, pues el terreno irregular y pedregoso también desgasta y requiere un extra de atención.
EN EL TRAMO FINAL, LA SENDA SE CONFUNDE ENTRE HITOS DE PIEDRAS Y MÁS PIEDRAS, Y CADA CUAL SUBE POR DONDE PUEDE HASTA LA CIMA, DONDE NOS AGUARDA UN ESPLÉNDIDO HORIZONTE.
MAPA & TRACK GPS
GUÍA PRÁCTICA
→ RECORRIDO 11 km / 1.300 m+.
→ ITINERARIO LINEAL La ruta sube desde el aparcamiento del monasterio de San Victorián, en la cara sur de la montaña, a 1.100 metros de altitud, para descender por el mismo camino.
→ DURACIÓN Entre 5 y 8 horas.
→ COTA MÁS ALTA 2.295 metros.
→ ÉPOCA IDEAL Se puede hacer todo el año, pero el otoño, el final de la primavera y el principio del verano son las estaciones más agradables. En invierno podemos encontrar nieve y hielo, mientras que en pleno estío el calor puede ser sofocante.
→ El placer de coronar una montaña emblemática que desde el valle se muestra como una verdadera atalaya.
→ La inmensa panorámica del Pirineo, con el macizo del Monte Perdido como protagonista, que se observa desde la cumbre.
→ Las familias de sarrios brincando por las pedreras y los bosques de pino negro que hay cerca de la cima.
→ Los frondosos bosques de boj de las cotas bajas.
→ Caminar sobre losas de terreno lapiaz.
→ La visita al monasterio de San Victorián.
→ SENDEROS El itinerario se desarrolla siempre por sendas bien definidas, aunque predominan los tramos pedregosos y también hay algunos sectores rocosos.
→ DIFICULTAD Sólo hay dos puntos en los que hay que manosear la roca: el primero se encuentra al llegar a una pradera muy panorámica en la que la senda gira 90 grados a la derecha y se encarama hasta la terraza superior por una escalera de roca natural; el segundo está más allá de las praderas de Os Plans y es el único momento de la ascensión en el que perderemos cierta altura.
→ TIEMPOS Nosotros hemos hecho esta ruta en dos ocasiones y a muy distintos ritmos. La primera vez tardamos 3 horas en subir y 2 horas en bajar, que sumadas a la hora que pasamos en la cumbre admirando el paisaje y almorzando, dieron un total de 6 horas. En la segunda ocasión nos lo tomamos con más calma: la ascensión nos llevó 4 horas y la bajada 2 horas y media.
→ ENCANTARÁ… A entusiastas del senderismo de alta montaña que disfrutan con las rutas exigentes, las buenas panorámicas y el terreno variado.
→ CONTRAINDICADA PARA…Tobillos débiles y alérgicos a las piedras.
→ RUTA SEÑALIZADA La ruta está perfectamente balizada, con marcas de pintura blanca y verde y con postes indicadores que informan sobre itinerarios alternativos. La senda de la Faja Toro está marcada en el suelo con flechas de pintura algo desgastada.
→ MATERIAL Imprescindible utilizar calzado deportivo específico de montaña. Unos bastones pueden ser útiles.
→ TRAIL RUNNING Es una ruta verdaderamente intensa, sin ningún tramo llano o suave y muy pedregosa. Puede servir para entrenamiento de "caminar-correr", pues tiene una subida fuerte y prolongada que se puede hacer caminando, y un descenso trotador que obliga a trabajar y estar muy atentos. Imprescindible usar zapatillas con placa antirroca.
→ ORIENTACIÓN Nosotros utilizamos el mapa Sobrarbe Central, escala 1:40.000, de la Editorial Alpina, pero la hoja Cotiella - Peña Montañesa, de escala 1:25.000 de la misma editorial sería la más adecuada.
→ AGUA La ausencia de fuentes y la solana pueden hacer que pasemos sed: una gorra y una provisión extra de líquido serán siempre bienvenidas. A mitad de ascensión pasaremos junto a una finísima cascada que en época calurosa puede servir para refrescarse. Más arriba, justo antes de llegar a la estación meteorológica, hay un abrevadero que calmará la sed de nuestras mascotas.
→ COMER Nosotros llevamos bocadillos, té caliente, agua y algo de fruta, además de unos snacks para Chincheta. En la zona hay diversos restaurantes para comer después de la excursión –sólo dará tiempo si madrugamos y vamos ligeros–. En Oncins, a 5 minutos del aparcamiento está el restaurante Bodegas de Casa Ambrosio; y un poco más abajo, antes de llegar a Los Molinos, encontraréis el restaurante El Plano. Una vez en Aínsa, hay toda clase de servicios.
→ La ruta comienza y termina en el aparcamiento que hay junto al monasterio de San Victorián, en la cara sur de la montaña, a 1.100 metros de altitud, dentro del término municipal de El Pueyo de Araguás.
→ Si vamos en coche desde Aínsa, la ruta más cómoda es la que sube por Arro, tomando la N-260 durante 9 km. También se puede acceder por El Pueyo de Araguás y Torrelisa, pero da la sensación que por esta ruta el trayecto se hace más largo.
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Manuel
Esplendido reportaje. Bellas fotografías de una zona de Aragón desconocida para muchos. Gracias a los autores.
conunparderuedas
Muchas gracias, Manuel, celebramos que te haya gustado. La ruta es realmente hermosa, y ahora que el Pirineo está nevado, el panorama debe de ser aún más bonito. Además la nieve que adornaba la cumbre de la Peña Montañesa estas dos últimas semanas ya ha desaparecido casi por completo. ¡Nos vemos en los caminos!