Tracks del Diable Non Stop

MOUNTAIN BIKE I CHALLENGE I 103 km I 3.000 m+

Tracks del Diable Non Stop Silver

EL DÍA DE LA BESTIA

TRES DÍAS LLOVIENDO SIN CESAR. TRUENOS, RELÁMPAGOS, AGUACEROS Y CIELOS DESPLOMÁNDOSE SOBRE MOJADO. ¿EL APOCALIPSIS? ¿UN NUEVO DILUVIO UNIVERSAL? NO. ESTA LLUVIA ES SÓLO UNA PRUEBA DE FE MÁS. UN EXAMEN. UNA OPORTUNIDAD DE DEMOSTRAR LA VERDADERA NATURALEZA DE NUESTRA VOLUNTAD. QUEREMOS PEDALEAR DESDE EL ALBA A TRAVÉS DE UN LABERINTO DE SENDAS SIN FIN, EMPAPADOS DE LA MÁS SANA INCERTIDUMBRE, HASTA NO PODER MÁS.

Texto y fotos: Sergio Fernández Tolosa & Amelia Herrero Becker

 

Siguiendo el rastro del Ángel Caído,
yendo tras los pasos de un macho cabrío.
Derribando el muro que encierra las tinieblas,
hasta notar el aliento de la Bestia...

 

Miércoles, jueves, viernes… Bajo las amenazantes nubes se acerca uno de los fines de semana más esperados del año: el de la Tracks del Diable Non Stop, una de las pruebas de resistencia en mountain bike más “infernales” del calendario. Y allí estamos nosotros, con el cuerpo tiritando de emoción, parapetados tras tres centenares de bikers valerosos y acompañados de Jordi Calsina, el “Presi” del Club BTT Open Natura, y Manel Marin, con los que hemos sellado una alianza: “Iremos juntos, pase lo que pase, hasta las mismísimas puertas del averno”.

 

Sabiendo que el camino está lleno de trampas,
para corromper las almas.
Perdiendo por saber que el mal es el pecado,
soñando con sentir al espíritu malvado...

ENLAZAMOS SENDAS Y CAMINOS QUE SUBEN Y BAJAN SIN CESAR, COMBINANDO SINGLETRACKS DE ENSUEÑO CON BREVES TRIALERAS EN LAS QUE LA LLUVIA, MILAGROSAMENTE, PARECE NO HABER AGUADO LA FIESTA.

RECORRIDO
103 km

El circuito comienza y acaba en Torelló. Muy completo, variado y dinámico. Puro placer mountain biker. Abundan los tramos de bosque y pasa por los panorámicos Cingles de Tavertet, Rupit y el Collsacabra.

DESNIVEL
3.000 m+

Notable ascensión acumulada que se asimila bien si se dosifica el esfuerzo. A destacar la ascensión a Cantonigròs por senda y la mítica 'Cuesta de la Muerte' a Collsaplana, de 400 m+ en apenas 4 km.

DIFICULTAD
4/5

Ruta repleta de sendas, pero todas son ciclables y muy divertidas si se tiene un mínimo nivel. Sólo en el sector final, en el Forat Micó, hay un par de pasos más comprometidos, sobre todo si está húmedo.

ATRACTIVOS
☆ ☆ ☆

Kilómetros y kilómetros de sendas y caminos emboscados, vertiginosas panorámicas desde los balcones de roca de Tavertet, excelentes avituallamientos, organización de primera, una ruta realmente redonda.

EL DESMAYO DEL HECHICERO

Hasta la víspera, el panorama ha sido ciertamente desalentador. Por suerte, la irresistible tentación de intentarlo, de “salir y ver qué pasa”, ha permanecido intacta, por lo que anoche nos acostamos con la panza repleta de carbohidratos y la cabeza rebosante de ilusión. Aquelarres así sólo suceden una vez al año.

A la mañana siguiente, brilla el sol. ¿Milagro? ¿Quimera? ¡Aleluya! Puede que la danza del sol haya funcionado.

El director de carrera, Jordi Salarich, hechicero de la tribu y responsable máximo del evento, lleva días sin dormir, entonando cánticos, mantras y misereres, a la vez que organiza, dirige y controla todos y cada uno de los mil y un hilos de los que pende el tenderete. Finalmente, al despuntar el alba, agotado, sufre un desmayo. “¡Lo ha conseguido! ¡Ha detenido la lluvia!”, musita la muchedumbre.

 

Explorando el laberinto
para ejecutar al Anticristo.
Abriéndose camino con hierro y fuego
hasta tocar las puertas del Averno.

 

Pese a la lipotimia, la magia del brujo es poderosa y hace que las ruedas empiecen a girar con apenas 10 minutos de retraso. A las 6.40 AM, salimos de Torelló en tropel, todos juntos: los curtidos servidores de Lucifer de la Tracks del Diable Pro –nada menos que 196 km y 5.600 metros de ascensión acumulada– y los tiernos aprendices de nigromante de la versión Silver, que nos aguarda con 103 km y cerca de 3.000 metros de ascensión.

A LAS 6.40 AM SALIMOS EN TROPEL, TODOS JUNTOS: LOS CURTIDOS SERVIDORES DE LUCIFER DE LA PRO Y LOS TIERNOS APRENDICES DE NIGROMANTE DE LA SILVER.

TÚNELES VEGETALES

Enseguida estamos atravesando un muro de densa niebla, tras la cual se ocultaba el mundo. Veloces y animados, trepamos por una loma que nos catapulta als Quatre Camins, donde descubrimos que el cielo luce azul sobre la Serra de Bellmunt. Más allá, tras un mar de nubes algodonosas, se alzan las cumbres del Pirineo cubiertas por nieve fresca y distinguimos la carismática silueta del Pedraforca.

 

Textos que ocultan otros textos,
datos que ocultan el infierno,
cábalas confusas, cálculos fallidos,
errores que sentencian al mundo de los vivos…

 

Completamente inmersos en la ruta, desde el buen comienzo enlazamos sendas y caminos que suben y bajan sin cesar, incrustados en bosques que abrazan el camino con sus ramas. Es un túnel vegetal que se abre sólo un instante, para dejarnos entrar. Son sendas oníricas que llevan a lugares como el Clot de l'Infernot y los Graons del Rei, combinando singletracks de ensueño con breves trialeras en las que la lluvia, milagrosamente, parece no haber aguado la fiesta.

Curiosamente, el barro no aparece hasta más allá del primer avituallamiento, en el que saboreamos unos apetitosos bollos de chocolate. Allí mismo, en el km 17, descartamos finalmente desviarnos por el circuito de la categoría Bronce, novedad de este año, que con un recorrido de 47 km y 1.450 m+ ha seducido a más de un pro.

El sol domina el firmamento y el terreno, aunque húmedo y entretenido, se encuentra perfectamente transitable. Por tanto, nosotros seguimos fieles al plan original, rumbo a Santa Maria de Corcó, donde tomamos la bucólica pero indomable senda de La Foradada y el camino de roca viva de Cantonigròs, por el que hoy baja una lámina de agua transparente.

EL SOL DOMINA EL FIRMAMENTO Y EL TERRENO, AUNQUE HÚMEDO Y ENTRETENIDO, DRENA PERFECTAMENTE Y ES 100% TRANSITABLE.

CINGLES DE TAVERTET Y SALT DE SALLENT

En Tavertet nos aguarda otro avituallamiento –en total, entre líquidos y sólidos, en el circuito de la Silver hay siete– y enlazamos con un sector perfecto para rodar mientras disfrutamos de las inmejorables vistas de los riscos del Collsacabra.

Es el primer respiro del trazado. Se trata de una ascensión por pista pavimentada que nos lleva hasta el panorámico Cingle de l'Avenc y, poco más allá, hasta el siguiente avituallamiento, situado en Rupit, en el km 50, por donde pasamos raudos y veloces, no sin antes llenar los bidones, además de lubricar las cadenas de las bicis, que ya empiezan a reclamar algunos mimos.

 

Azufre ardiente en el pentáculo,
invocación con tiros de ácido,
demencia ungida en sangre de doncella
y otra vez conejo en Nochebuena.

 

Tras un breve repecho, la ruta desciende hacia el Pla de Sant Joan de Fàbregues y el emblemático Salt de Sallent, por el que hoy fluye una gran cascada. En la otra orilla, sobre el desfiladero, empieza una de las ascensiones más duras de la jornada, que esta vez nos pilla por sorpresa y nos recuerda lo mucho que falta, todavía.

En plena cuesta, antes de regresar a los bosques eternos, avistamos la solitaria Agullola de Rupit. Según una leyenda local, la espectacular aguja de roca gris es el fruto de un espadazo del mismísimo diablo, que encarnado en gigante tragón, feroz y cruel, robaba ganado y repartía temor entre la población de bien. El tajo en la roca lo hizo durante el combate que libró con el arcángel Sant Miquel, encargado de expulsarle y liberar a los fieles habitantes de la comarca, que jamás olvidarán su favor.

HAY TRAMOS REALMENTE TÉCNICOS Y ESTIMULANTES, EN LOS QUE TODOS, UNOS ANTES Y OTROS MÁS TARDE, ECHAMOS PIE A TIERRA.

LA CUESTA DE LA MUERTE

El hayedo nos recibe con sus mejores galas de primavera. El barro, aunque fino y ciclable, ya es uno más de la familia. A estas alturas, le pesa más a la psique que a las piernas, que procuran regular las fuerzas. Uno de los momentos más duros y exigentes del trazado es el sector de sendas trialeras que suben por la cresta de la Serra de Mateus. Hay tramos realmente técnicos y estimulantes, en los que todos, unos antes y otros más tarde, echamos pie a tierra.

El siguiente martirio destacable es la cuesta que sube a Sant Andreu de la Vola. Antes de afrontarla, Jordi nos advierte de que ésta es incluso peor que la temida Cuesta de la Muerte. “Iremos paso a paso. Primero una y después otra”.

 

En este Apocalipsis no hay jinetes,
y a Satán le sobran seises,
Berriatúa y sus dos sicarios,
tres mortales contra el diablo.

 

DESCENSO A LOS INFIERNOS

Al final del tormento, como si de una recompensa se tratara, aparece un avituallamiento extraordinario: pan con tomate, coca artesana, frutos secos, barritas de cereales... Los ánimos están por todo lo alto. Sólo nos quedan los 4 km –con 400 metros de ascensión– de la ya mítica Cuesta de la Muerte. Después, no hay más que dejarse llevar. Que empiece a llover en plena ascensión añade épica a nuestra aventura. Qué suerte la nuestra.

A las 10 horas y 40 minutos de tomar la salida, los cuatro bikers del Apocalipsis –Jordi, Manel, Amelia y Sergio– pasamos felices bajo el arco de la victoria. Resulta que el primer clasificado de la categoría Pro –el extraterrestre Joan Campà Martell– ha llegado tres minutos antes que nosotros. Le felicitamos mientras limpiamos nuestras Surly Ogre y le pedimos que alce su bici para una foto de campeón: “Ufff… no sé si podré, tengo la espalda hecha polvo!!!”.

 

666 ¡¡¡el Día de la Bestia!!!
666 ¡¡¡el Día de la Bestia!!!

 

*Letra de El día de la bestia, Def Con Dos. BSO de la película El día de la bestia, de Álex de la Iglesia.

LOS ÁNIMOS ESTÁN POR TODO LO ALTO. SÓLO NOS QUEDAN LOS 4 KM DE LA YA MÍTICA CUESTA DE LA MUERTE. DESPUÉS, NO HAY MÁS QUE DEJARSE LLEVAR.

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