Rutas Prepirineo

MOUNTAIN BIKE I 44 km I 52 km I 56 km

Rutas Prepirineo

ECOS MEDIEVALES

A CABALLO ENTRE EL PIRINEO Y EL VALLE DEL EBRO, EN LOS CONFINES DE LA HISTÓRICA COMARCA DE LAS CINCO VILLAS, UN TERRITORIO PLAGADO DE VESTIGIOS MEDIEVALES RESISTE PRÁCTICAMENTE INALTERADO. CON RUTAS PREPIRINEO EXPLORAMOS SUS VALLES Y COLLADOS, GUIADOS HASTA CASTILLOS REMOTOS, VIAJANDO POR CAMINOS EN LOS QUE SÓLO OÍMOS EL EXTRAÑO PERO INCONFUNDIBLE SONIDO DEL SILENCIO.

Texto y fotos: Sergio Fernández Tolosa & Amelia Herrero Becker

“¿Un castillo?”. “No, Uncastillo”. “¿Y dónde dices que está?”. “A medio camino entre Zaragoza, Huesca y Pamplona, muy cerca de Sos del Rey Católico...”. “Ah, sí, esa zona es muy bonita...”.

Este diálogo se repitió en diversas ocasiones durante los días previos a nuestra marcha hacia tierras aragonesas. A decir verdad, nosotros tampoco habíamos oído hablar nunca antes de este pequeño pueblo de glorioso pasado que en apenas tres calles alberga la friolera de seis iglesias románicas, además de un castillo, por supuesto. Pero aquí estamos, en Uncastillo, dispuestos a explorar el sector más montañoso de la comarca zaragozana de las Cinco Villas y disfrutar de las rutas y los servicios que ofrece Rutas Prepirineo.

MINUTOS DESPUÉS, ALCANZAMOS LAS FASTUOSAS TORRES DE LA AISLADA FORTALEZA DE SIBIRANA, ERIGIDAS EN MITAD DEL BOSQUE SOBRE DOS PEÑASCOS INACCESIBLES.

RECORRIDO

De 44 a 217 km

Grandes conocedores de la zona, los responsables de Rutas Prepirineo han creado itinerarios de distinta duración y nivel de exigencia para explorar la comarca de las Cinco Villas, el Prepirineo zaragozano y las Bardenas Reales.

DESNIVEL

De 920 a 5.600 m+

Varía en función de la ruta, pero se trata siempre de perfiles adecuados a cada nivel de dificultad. No hay que olvidar que se trata del Prepirineo: el terreno es agreste, desafiante y espléndido en emociones.

DIFICULTAD

3/5

Hay rutas de uno, dos, tres y hasta cinco días. Las opciones abarcan desde recorridos por pistas forestales y carreteras sin tráfico aptas para todos los aficionados hasta caminos y sendas más técnicas.

ATRACTIVOS

☆ ☆ ☆

Los castillos de Uncastillo y Sibirana, la panorámica del Pirineo desde la Sierra de Santo Domingo, las cristalinas y tentadoras aguas del Pozo Pigalo, los deliciosos desayunos del hotel rural Posada La Pastora...

VIAJE AL MEDIEVO

Nada más llegar a Uncastillo, descubrimos que el centro histórico y el pueblo son la misma cosa. Todo él permanece inalterado, como si aquí el tiempo se hubiera detenido hace muchos, muchísimos años. Sus callejuelas medievales, estrechas y retorcidas, invitan a pasear entre casas de gruesos muros y dinteles decorados con viejos escudos, vagando de una iglesia a otra, estudiando las figuras esculpidas en sus pórticos, interpretando alegorías, símbolos, secretos...

Uncastillo fue en otro tiempo una importante villa cuyo apogeo nos hace viajar en el tiempo casi mil años. Sobre nuestras cabezas, en lo alto de la Peña Ayllón, un farallón rocoso que indica la confluencia de los ríos Cadenas y Riguel, descansan los restos de una fortaleza que fue escenario de combates entre cristianos y musulmanes. No es el único castillo de la región. “Mañana visitaréis el de Sibirana”, nos adelanta Miguel Pemán, creador y responsable, junto a su mujer, Inma, de Rutas Prepirineo y de la acogedora Posada La Pastora.

SILENCIO VERDADERO
Día 1: Ruta de Sibirana
44 km / 920 m+

A la mañana siguiente, las ganas de salir al monte son mayúsculas, más aún después de dormir del tirón –¡santo silencio!– y desayunar el apetitoso buffet de La Pastora: buenas lonchas de jamón de Teruel, queso de oveja, zumo de naranjas recién exprimidas, mermeladas caseras, dulces artesanos... Ante tal panorama, no hay prisa que valga. Disponemos de todo el día para disfrutar de la ruta de hoy, encaramarnos a la Sierra de Uncastillo, otear el horizonte pirenaico y visitar las hechizantes ruinas de Sibirana.

Ya armados de energía, abandonamos el pueblo por la antigua judería, cruzando el viejo Puente de los Judíos. A partir de aquí, ganamos altura progresivamente por el Camino Bajo, una pista bien pisada que se dirige hacia la Cuesta del Arba. El cierzo nos saluda poco antes de coronar el Collado de Itorre, donde empieza una nueva ascensión, más dura, que nos lleva hasta el Alto de Bañón, ya a más de 1.100 metros de altitud.

MURALLAS DE ROCA

Desde la cumbre, antes de iniciar el descenso, vislumbramos la interminable muralla natural de roca caliza que remata la Sierra de Santo Domingo.

Hasta aquí, todo el trazado ha sido por cómodos caminos y pistas que se abrían paso por campos y estepas, pero a partir de este punto nos fundimos con el bosque a través de una estrechísima y revirada senda. El tramo técnico, aunque breve, es exigente y excitante por igual. Tras provocarnos jubilosas muecas y dilatarnos las pupilas, la huella muere en mitad de un claro, poco antes de conectar con la pista hacia Sibirana.

Sólo unos minutos después, alcanzamos las fastuosas torres de la aislada fortaleza, erigidas sobre dos peñascos inaccesibles. A sus pies, en un pequeño prado, hay un viejo corral y una ermita románica en ruinas. Estamos en mitad del bosque, viendo las nubes pasar, sentados junto a nuestras bicicletas, devorando nuestro picnic, extasiados frente a dos joyas medievales que resisten, silentes, el paso de los siglos.

UNCASTILLO FUE EN OTRO TIEMPO UNA IMPORTANTE VILLA CUYO APOGEO NOS HACE VIAJAR EN EL TIEMPO CASI MIL AÑOS.

SOLITARIOS CAMINOS

Tras el postre –media docena de tortas "mal hechas", unas delicias muy bien hechas de la panadería artesana del pueblo–, nos despedimos de Sibirana y reemprendemos la marcha hacia las cumbres de la sierra.

Pedaleamos en paralelo, sumidos en nuestros pensamientos. De pronto, un zorro de brillante y mullido pelaje cruza el camino huyendo hacia la espesura. Es otro de los grandes momentos de este día que pasamos descubriendo el patrimonio histórico y natural que atesoran estas montañas mientras hacemos lo que más nos gusta: ir en bici, sin prisas, por caminos de toda clase, parando aquí y allá, sacando fotos, imaginando por estos mismos caminos a caballeros andantes, peregrinos errantes y juglares canturreantes.

Sin duda, es una visión completamente idealizada de la Edad Media, pero el derroche imaginativo y el fortuito encuentro con el zorro nos mantienen entretenidos durante la prolongada subida hasta lo alto de la sierra, donde una batería de molinos transforma el cierzo en electricidad. Desde arriba, las vistas son aún más placenteras. Ahora ya sólo resta una prolongada y distendida bajada.

ROBLES MONUMENTALES

Tras una panorámica travesía sobre los mil metros de altitud, el track se desvía finalmente hacia el sur, mostrándonos el camino de regreso. En el agradecido descenso a orillas del Barranco de Anas, topamos –metafóricamente hablando– con un viejo habitante del valle. Es el impresionante Chaparro de Anas, un roble de tronco inabarcable que nos hace empequeñecer cuando pasamos a su lado.

El descenso, variado y dinámico, nos conduce sin apenas dar pedales hasta el embalse de Anas, ya muy cerca de Uncastillo, que nos acoge de nuevo con sus calles empedradas y, atención, un encierro. Estamos de fiestas.

PASAMOS EL DÍA DESCUBRIENDO EL PATRIMONIO HISTÓRICO Y NATURAL QUE ATESORAN ESTAS MONTAÑAS, MIENTRAS HACEMOS LO QUE MÁS NOS GUSTA: IR EN BICI, SIN PRISAS, PARANDO AQUÍ Y ALLÁ, POR CAMINOS DE TODA CLASE...

UNA RUTA REDONDA
Día 2: Vuelta a Puy Moné
52 km / 1.130 m+

Nuestro segundo día en Uncastillo promete aún más emociones. Hoy la ruta empieza y acaba en la localidad vecina de Luesia, a 13 km de Uncastillo por una carreterilla que parece sacada de un clásico de Berlanga. La jornada empieza épica ya con el desayuno, una especie de ofrenda votiva de frutos de la tierra: nuevos embutidos y quesos, mermeladas de sabores distintos a los de ayer, tortas de manteca... ¡Así cualquiera pedalea!

Empezamos a rodar por una pista ancha que discurre junto al río Arba, en suave subida, por un valle amplio y arbolado rodeado de montañas. Extasiados por la luz y el aire puro de esta atmósfera, alcanzamos enseguida el Pozo Pigalo, una espectacular poza de aguas cristalinas que, de no ser por esta fría y extraña primavera, se habría convertido en el primer chapuzón de la temporada.

La cuesta se endurece levemente poco más allá, llevándonos hacia las alturas por el interior de un espléndido pinar. Más arriba, a pocas curvas de llegar a la Collada de Fayanás, divisamos la quijada de roca que forma la Sierra de Santo Domingo. Un último esfuerzo y coronamos los Montes de Biel, para acometer enseguida el primer descenso potente del día, que nos lleva en vilo durante casi 2 km y nos regala, además de sendos pinchazos, diversos tramos técnicos de los que aportan dudas y diversión en forma de vigoroso singletrack.

VISTAS AL PIRINEO

En Biel, que también merece una visita, empieza la segunda ascensión de la jornada, que nos lleva pausadamente por pistas y caminos hasta lo más alto del Puy Moné, de 1.303 metros de altitud. Desde la cumbre, ya a la sombra de unas nubes que han aparecido de la nada, contemplamos atónitos un paisaje inolvidable: sobre la Sierra de Santo Domingo aparecen los Pirineos, completamente cubiertos de nieve, reflejando el sol que brilla ahora sobre la cordillera. “Es increíble. Parece el Himalaya...”.

El descenso final es de libro. Arranca por una especie de estrecho cortafuegos que divide la cresta de la montaña, dejándonos dentro de un hayedo en el que las bicis vuelan bajo. Al final del camino encontramos el Refugio de l’Artica, donde el track nos invita a cruzar la pista que baja directamente a Luesia y tomar un sendero que se pierde en el bosque.

Una subida, una bajada, otra subida, otra bajada... La senda se convierte en una montaña rusa en la que nos volvemos locos de remate. Singletracks y más singletracks, durante más de 4 km. A Luesia llegamos poco antes de que se ponga a lloviznar, con los ánimos por las nubes. Ha sido un día realmente redondo.

DESDE LA CUMBRE, CONTEMPLAMOS ATÓNITOS UN PAISAJE INOLVIDABLE: SOBRE LA SIERRA DE SANTO DOMINGO APARECEN LOS PIRINEOS, COMPLETAMENTE CUBIERTOS DE NIEVE, REFLEJANDO EL SOL QUE BRILLA AHORA SOBRE LA CORDILLERA. "ES INCREÍBLE. PARECE EL HIMALAYA".

PAISAJE BARDENERO
Día 3: Bardenas Reales
56 km / 400 m+

El tercer y último día de nuestra estancia en Uncastillo amanece encapotado. “No es día para ir a las Bardenas Reales”, nos avanza Miguel. “Dan tormentas aisladas”, aduce. Decidimos hacerle caso y esperar, visitando los alrededores, estirando las piernas, haciendo el turista...

Finalmente, a mediodía parece que abre, como si la lluvia hubiese decidido pasar de largo. Impacientes por rodar una vez más por las siempre atrayentes Bardenas Reales, nos acercamos hasta el monumento del Pastor, a apenas 30 km de Uncastillo, donde comienza la ruta circular que Miguel ha diseñado para disfrutar en un solo día de los iconos más representativos del paisaje bardenero.

Empezamos a pedalear entre campos de cereal completamente verdes. Este año, las Bardenas están irreconocibles. A lo lejos asoman docenas de pirámides de arenisca desgastadas, que apuntan hacia el cielo, que sigue gris sobre el horizonte.

Rodamos entusiasmados y veloces por pistas y caminos que sortean extrañas formaciones que se nos antojan como inmensos milhojas de capas y capas de rocas, sedimentos quebradizos que forman alerones y tientan a la gravedad hasta que se desploman formando un paisaje perecedero y transitorio que viento y lluvia moldean a placer.

VIENTOS CAMBIANTES

Avanzamos hacia el oeste, contra un cierzo que empieza a dar muestras de cansancio, pasando por el mirador de Punta de la Estroza. De pronto, dejamos de sentir el lastre del viento y llegamos al Paso del Ciervo, en el Vedado de Eguarás –no confundir con el Paso de los Ciervos de Pisquerra–, desde donde divisamos el Castillo de Peñaflor.

La ruta nos lleva hacia el sur, en dirección a Castildetierra, donde percibimos que el viento ha virado en redondo. Entonces suena el teléfono. Es Miguel. “¿Dónde estáis?”. “En Castildetierra”. “Mejor marchad de ahí, que aquí está lloviendo mucho y si os pilla la tormenta no saldréis de las Bardenas”.

Obedientes, ponemos rumbo al coche a toda velocidad, sacando partido de las ruedas grandes, calculando el avance de los nubarrones, que han dado media vuelta y regresan más grises que el plomo. Alcanzamos el punto de inicio jadeantes, bajo una incipiente lluvia, con ganas de regresar otro día con más sol y menos prisas.

RODAMOS POR PISTAS Y CAMINOS QUE SORTEAN FORMACIONES QUE PARECEN INMENSOS MILHOJAS DE ROCA, CAPAS Y CAPAS DE SEDIMENTOS QUEBRADIZOS QUE FORMAN ALERONES Y TIENTAN A LA GRAVEDAD.

GUÍA PRÁCTICA

RECORRIDOS Rutas Prepirineo ha creado diferentes itinerarios para explorar en mountain bike, a pie o en bicicleta de carretera –incluso en e-bike– los sorprendentes paisajes del Prepirineo zaragozano y las Bardenas Reales.

→ DURACIÓN Hay rutas de todos los niveles y duración, desde excursiones de medio día hasta travesías por etapas que se pueden dividir en cinco jornadas.

→ RUTAS CIRCULARES En esta ocasión, nosotros pasamos tres días en el acogedor y monumental pueblo de Uncastillo, que nos sirvió como campamento base para hacer diversas excursiones circulares en mountain bike.

ÉPOCA IDEAL De abril a noviembre.

→ ORIENTACIÓN Las rutas no están señalizadas sobre el terreno. Los tracks para GPS los facilita Rutas del Prepirineo a través de su página web.

INFORMACIÓN Y RESERVAS Rutas Prepirineo. Tel. (+34) 976 679 499 / (+34) 680 583 607 I www.rutasprepirineo.com

→ El patrimonio histórico y arquitectónico de la comarca: sólo en Uncastillo hay seis iglesias románicas, además de un castillo.

El castillo de Sibirana, situado en mitad de la naturaleza.

El tentador Pozo Pigalo, donde en verano seguro que apetece darse un buen chapuzón.

→ Los dulces típicos y artesanos de la panadería del pueblo de Uncastillo.

→ El hotel rural Posada La Pastora, en el que os sentiréis como en casa. O mejor.

La tranquilidad de los caminos y carreterillas de estas latitudes, ideales para practicar el mejor cicloturismo.

→ La cercanía a la también monumental villa de Sos del Rey Católico y el Parque Natural de las Bardenas Reales.

TIPOS DE CAMINOS Las tres rutas que realizamos durante nuestra estancia en Uncastillo alternaban caminos y pistas de distinta anchura, todos ellos entretenidos y panorámicos, con algunos senderos que requerían mayor técnica.

DIFICULTAD Todas las excursiones planteadas en el artículo son perfectamente aptas para aficionados con una cierta experiencia y buena condición física.

CICLABILIDAD Las rutas descritas en el texto son 100% ciclables.

Además de las siguientes dos travesías en mountain bike, Rutas Prepirineo también organiza viajes por etapas en bicicleta de carretera por parajes solitarios y sin tráfico, como Prepirineo Gran Tour.

→ RUTA DEL REY FERNANDO en BTT La Ruta del Rey Fernando en BTT es la travesía reina de Rutas Prepirineo. El itinerario es circular y ha sido diseñado para hacerse por etapas (de 3 a 6 días), visitando pueblos medievales como Uncastillo y Sos del Rey Católico. Transcurre por caminos históricos y senderos semiolvidados, pasando por ermitas y castillos remotos. También se asciende a las cumbres más emblemáticas del Prepirineo zaragozano: Santo Domingo (1.509 m) y Puy Moné (1.303 m). Rutas Prepirineo ofrece un servicio opcional de transporte de equipajes. Recorrido: 217 km / 5.600 m+. Terreno: 12% senderos, 80% pistas y caminos, y 8% asfalto.

***Actualización septiembre 2018: la Ruta del Rey Fernando forma parte de la red de rutas Tracks Tour.

→ BARDENAS REALES en BTT Travesía por las Bardenas Reales y el Prepirineo en BTT, diseñada para realizar un viaje en 4 etapas desde el Prepirineo zaragozano hasta los míticos parajes desérticos del Parque Natural de las Bardenas Reales, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Esta zona de indudable belleza, repleta de barrancos, mesetas y cerros aislados esculpidos por la erosión, posee ciertas limitaciones de paso en determinados sectores y épocas del año. El itinerario propuesto es 100% respetuoso con la reglamentación del parque. Rutas Prepirineo ofrece un servicio opcional de transporte de equipajes. Recorrido: 206 km / 3.570 m+. Terreno: 90% pistas de tierra, 5% senderos, 5% asfalto.

Posada La Pastora, en Uncastillo. Rutas Prepirineo I CONUNPARDERUEDAS.comAGUA En todos los pueblos de la zona hay fuentes de agua, pero algunas de las rutas que hicimos no pasan por pueblos, así que conviene llevar una reserva de un par de bidones o el Camelbak.

COMER Antes de partir es buena idea preguntar a los creadores de Rutas Prepirineo, Inma y Miguel, y así tener controlados posibles bares y restaurantes para avituallarse por el camino. 

DORMIR Nosotros nos alojamos en uno de los Apartamentos Uncastillo porque no había plazas libres en la Posada La Pastora, que depende también de los responsables de Rutas Prepirineo.

→ Las rutas comienza y acaban en o muy cerca de Uncastillo, en la comarca de las Cinco Villas, provincia de Zaragoza.

 

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